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Andalucía, ejemplo de la labor solidaria de las cooperativas durante la pandemia

La economía social ha jugado un papel esencial para el abastecimiento agroalimentario y los servicios de asistencia social.

Recogida de la fresa. | Cordon Press

El cooperativismo ha sido un actor imprescindible en Andalucía durante el estado de alarma. Y es que, durante la pandemia, han sido la columna vertebral del sostenimiento de sectores esenciales para la vida diaria. Además de ello, la labor solidaria de las cooperativas y sociedades laborales se ha visto incrementada notablemente durante este tiempo.

Los grandes grupos cooperativos han realizado importantes donaciones de productos agroalimentarios y de material a personas en riesgo de exclusión, personal socio-sanitario y otros trabajadores al frente de la crisis del Covid. Las cooperativas, además, no han dejado de crecer en la comunidad autónoma. Por eso, Andalucía trabaja ya en la elaboración de incentivos y medidas de apoyo al sector.

Las cooperativas andaluzas crecen pese a la crisis del coronavirus. El sector ha demostrado una gran resistencia en todo este tiempo. Tanto es así que, incluso en mitad de una paralización del país, se han creado en Andalucía 62 nuevas cooperativas en pleno estado de alarma.

El de la economía social es un sector acostumbrado a la adaptación constante, a la transformación tecnológica y a la búsqueda de nuevos clientes en cualquier lugar del mundo. Juegan un papel muy relevante en el tejido social y económico de Andalucía y representan un 10 por ciento del PIB andaluz. Se calcula que hay, al menos, una cooperativa en el 80 por ciento de los municipios andaluces. Y que 14 de las 20 cooperativas españolas que más exportan pertenecen a la comunidad autónoma. Ahora, Andalucía prepara nuevas líneas de apoyo al sector para favorecer su ampliación de tamaño y productividad. En la actualidad, cuenta con 5.341 empresas y más de 81.700 trabajadores, lo que supone uno de cada cinco empleados del sector en España.

Andalucía trabaja en la elaboración de nuevas ayudas directas dirigidas al sector para mejorar y consolidar sus estructuras de organización y gestión fundamentalmente. Así, durante el estado de alarma, la comunidad andaluza ha aprobado incentivos por valor de 1,6 millones de euros para la financiación de gastos vinculados al posicionamiento y la representatividad de la economía social andaluza. Igualmente, se ha flexibilizado el Fondo de Formación y Sostenibilidad. Ahora se elaboran también nuevas ayudas para mejorar la asistencia técnica de las cooperativas y sociedades laborales, ampliar la dimensión de los proyectos y apoyar su modernización hacia la transformación digital.

Un ejemplo es el sector de la fresa, que ha desarrollado su campaña al cien por cien en mitad de la crisis del coronavirus. En total, se ha empleado a más de 125.000 trabajadores. Pero además de ello, se ha alcanzado también un nuevo récord en exportaciones, con 475 millones de euros vendidos en el primer trimestre de 2020, su máximo histórico en ese periodo desde que existen registros homologables en el sector de los frutos rojos.

Las cifras arrojan, además, otros aspectos destacados. Las empresas de economía social en Andalucía tienen niveles de empleo más elevados que la media. Esos trabajos son, en líneas generales, más igualitarios entre hombres y mujeres, más estables, con una importante presencia de jóvenes y enfocados mayormente al sector industrial. Pero también un importante número de esas cooperativas andaluzas pertenecen al sector agroalimentario. Estas aglutinan con su trabajo el 38 por ciento de toda la facturación de cooperativas del país, una cantidad muy superior al resto de comunidades autónomas. Además, 14 de las 20 cooperativas españolas que más exportan son andaluzas.
Ahora, Andalucía trabaja para apoyar el cooperativismo con ayudas y medidas que potencien su modernización y competitividad.

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