Eso de que el coronavirus o covid19 está contenido en España y en Andalucía es cierto, por los datos que se tienen. Pero por los datos que se tienen, la pandemia está muy lejos de desaparecer de nuestras vidas. Si bien en el Sur su incidencia ha sido mucho menor que en otras regiones de España por razones entre las que buena gestión no es la menor, los nuevos casos de contagio no permiten bajar la guardia.
Que ayer mismo el fiscal Fernando Santos Urbaneja comunicara en el Parlamento andaluz que no se ha abierto diligencia alguna de investigación penal sobre las residencias de ancianos con localización en Andalucía, da una idea de que las cosas se han hecho razonablemente bien tanto en los centros públicos como los privados.
Cierto que han muerto 400 ancianos entre las 1.438 personas fallecidas por la pandemia en Andalucía, pero cierto es asimismo que la normalidad en la gestión, pública o privada, ha sido la tónica general de la atención a los mayores expuestos ante el riesgo de contraer el virus. O sea, que no hay más.
Pero sí hay diez brotes nuevos con 205 afectados —24 casos más en un solo día—, como subraya ABC. Otra vez es Málaga la provincia que encabeza la clasificación de los contagiados con 110 afectados y varios brotes distintos, uno en el centro de la Cruz Roja, otro en la comarca de la Axarquía, otro en Casabermeja y otros dispersos. Le sigue Granada, capital y zona metropolitana, que acumulan 58 contagios. Entre Málaga y Granada suman el 80 por ciento de los nuevos casos. También hay brotes reducidos en Algeciras y Lepe.
A pesar de ello, no hubo ayer nuevos fallecimientos. Los contagiados hospitalizados son 45, de los que 12 están en las UCI. De hecho, el 97 por ciento de las camas de las UCI están libres.
Donde más se sufre el coronavirus en estos momentos es en la Hacienda andaluza que ha tenido que desembolsar más de 900 millones de euros extras para contener la enfermedad mientras que sólo ha recibido del gobierno Sánchez 100 millones de euros de los fondos estipulados para afrontar los gastos extraordinarios. Pero subraya el diario de Vocento que si se restan los más de 200 millones recortados en los fondos de empleo que corresponden a Andalucía, en realidad el gobierno no solo no ha dado, sino que debe otros 100 millones.
¿Y el resto de los 16.000 millones propagados por Pedro Sánchez como ayuda a las CC.AA? Pues parte en julio, los 6.000 millones destinados a gastos sanitarios, y los últimos 3.000 en noviembre. Aún no está claro cuánto dinero recibirá realmente la Junta de Andalucía, pero el consejero de Hacienda ha cifrado ya en 900 millones el dinero que debería recibir la región y no recibirá.
Los reyes en las "Tres Mil", con 'tóa' la 'caló'
En Sevilla hay un barrio conocido como las "Tres mil viviendas" donde viven personas con un elevado grado de marginación y pobreza y donde, en algunos de sus recovecos, se han refugiado desde hace años grupos de narcotraficantes que ejercen sobre la zona un poder considerable.
A pesar de los anuncios de los gobiernos socialistas de querer acabar con esa marginación, en este barrio y otros muchos (93 se detectaron en 2017) de Andalucía, han pasado casi cuarenta años desde el primer gobierno socialista en 1982, y la marginación persiste.
Libertad Digital contó en 2018 que en un documento oficial de la Junta de Andalucía para diagnosticar la situación de exclusión en Andalucía de 2017 –bajo la presidencia de Susana Díaz–, se reconocía que en 1984 había 40 barrios necesitados de intervención, 55 en 2013 y 93 en 2018. El progreso (de la marginación) era evidente.
Pues ayer los Reyes visitaron, aunque no pasearon, las "Tres mil", que dicen es el barrio más pobre de España, con una caló de caballo y con su anécdota correspondiente. Que en medio de ese purgatorio humano y climático, se le hiciera llegar una bufanda (otros dicen compasivamente que bandera pero en las imágenes parece que bufanda) del Real Betis Balompié al rey Felipe, tiene su quid y unía a los monarcas con la tradición bética de la abuela María de las Mercedes.
Luego fueron al Alcázar y a la Catedral, esta vez con paseo –vaya contraste de visita poco inteligible–, y finalmente a los patios de Córdoba. Al menos, eso sí, el drama de las Tres Mil salió de la oscuridad y el silencio durante unas horas. Algo es algo.
Naturalmente, estaba el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y no se perdió la ocasión la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como ya es costumbre cada vez que hay una foto importante que hacerse para tapar la imagen de Susana Díaz.
Pero que esa foto fuese en el barrio más pobre de Andalucía, que sigue en la marginación con otros 96 barrios andaluces tras los casi 40 años de gestión socialista, tiene algo de indigerible. Como lo es lo del reparto de fondos extraordinarios por el coronavirus. Pero la ministra Montero se parece mucho a Pedro Sánchez en lo de la cara pétrea y en que los hechos no arruinen sus publirreportajes políticos.