Desde que Susana Díaz cortó la cabeza política de su portavoz parlamentario Mario Jiménez en julio del año pasado, se ha escudriñado con atención el comportamiento del líder onubense del PSOE porque se esperaba que, antes o después, sacara la patita. Ya lo ha hecho dos veces. La primera, dejando en evidencia el "cambiazo" de Susana Díaz dando la razón a Pedro Sánchez en la batalla contra Rajoy. La segunda, este lunes, refiriéndose a que habrá "varios candidatos" a la secretaría general del PSOE en las próximas elecciones primarias.
Independientemente de las consideraciones que merezca Mario Jiménez a niveles políticos, no cabe duda que ha sido de los más importantes pretorianos de Susana Díaz y de los pocos que la ha acompañado desde los tiempos de las Juventudes Socialistas. Además, fue el presidente de la Gestora nacional que se constituyó tras la defenestración de Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE en 2016. Tal vez su caída, se preguntan muchos, fue la exigencia de Sánchez para considerar sincera la petición de perdón de Susana Díaz.
La versión oficialista del apartamiento de Jiménez contemplaba otras razones, como, por ejemplo, la situación del PSOE de Huelva cuyo secretario general y presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, cuñado de Mario Jiménez, estaba a punto de ser encausado por diversos delitos debido a la compra de apoyos políticos de dos concejales de Podemos en la localidad de Aljaraque.
Sin embargo, este lunes, tras la referencia de Jiménez a la presencia de "otros candidatos" a la competencia por la secretaría general del PSOE andaluz, se produjo la reacción inesperada de uno de los amigos más íntimos de Susana Díaz, Carmelo Gómez, que le reprochó públicamente tal referencia a otras posibles opciones al margen de Susana Díaz.
Lo que dijo Mario Jiménez lo recogió Europa Press. A preguntas de los periodistas en Huelva, remarcaba que lo importante "no son las decisiones personales" de quienes quieran optar a liderar el PSOE-A sino "lo que expresen los militantes con su voto" de cara a dicho congreso regional.
Y añadió: "Cuando llegue el momento el PSOE andaluz celebrará unas primarias para elegir a su secretario o secretaria general", destacando que "esas primarias se celebrarán con todos los elementos y habrá varios candidatos", de manera que "la militancia podrá elegir de manera libre, democrática y abierta quién quiere que sea el próximo secretario o secretaria general".
Poco después, el secretario de Acción Electoral y Programa del PSOE de Andalucía, Carmelo Gómez, sentaba que hay "cuestiones internas" del partido "que ahora no tocan". Y añadió en un tuit que "mientras algunos están en cuestiones internas que ahora no tocan, la dirección del partido y la mayoría de los socialistas estamos en la defensa de la educación y sanidad pública de las agresiones de la derecha".
Pero a continuación se sumó a la polémica Ángeles Férriz, otra exportavoz fulminada por Susana Díaz y actual parlamentaria en la Cámara Andaluza. Férriz defendió en un tuit la resistencia y la pérdida del miedo frente a aquellos que en el PSOE ejercen el poder de modo autoritario.
Y apostilló: "A lo largo de los tiempos, siempre ha habido gente que ejerce el poder de modo autoritario, sin escuchar a nadie e intentando que nadie hable (y si alguien se atreve a hablar, hay que lincharlo, por supuesto). Por eso, hay frases que no pasan de moda. Hoy me ha venido a la cabeza esta", apuntó con una imagen de la frase: "Les quitaron tanto, tanto, que acabaron quitándoles el miedo".
Sigue pues enturbiándose el camino de Susana Diaz hacia lo que parecía iba a ser una reelección sin problemas al liderazgo del PSOE andaluz y, por ende, a la presidencia de la Junta. Recuérdese que el pasado mes de enero ya se produjeron dimisiones en el seno de la propia Ejecutiva del PSOE de Sevilla, feudo casi inexpugnable de Susana Díaz.