Ayer martes, a última hora, fue desconvocada la huelga general prevista para mañana día 27 de febrero, víspera del Día de Andalucía, que iba a incluir un apagón general de 24 horas. Tras dos apagones consumados en los paros parciales desarrollados, lo que se apaga de este modo es la huelga impulsada por CCOO y UGT, con otros pequeños sindicatos.
Según la agencia EFE, la huelga ha sido desconvocada después de que la dirección y el comité de huelga hayan llegado a un acuerdo para iniciar un proceso de negociación sobre un plan de empleo, los centros territoriales, la utilización de los medios propios y el reglamento de la mesa de contratación.
El gobierno de PP y Cs, además de eludir la huelga general, ha ganado tiempo ya que Las negociaciones se desarrollarán en marzo y abril, en reuniones semanales que empezarán el jueves de la próxima semana, según informado la Radio Televisión Andaluza en un comunicado.
En su texto se dice que "según el acuerdo alcanzado, las partes iniciarán un proceso de negociación sobre las siguientes materias: plan de empleo, centros territoriales, análisis sobre la utilización de los medios propios y finalización de la negociación del reglamento de la mesa de contratación. Dichas negociaciones se desarrollarán durante los meses de marzo y abril de 2020 en el transcurso de reuniones semanales, siendo la primera de ellas ya convocada para el próximo jueves 5 de marzo".
Añade además que "la dirección se compromete a realizar las gestiones oportunas para que se produzca la contratación antes del 31 de marzo de 2020 de las 29 personas cuya autorización está pendiente por la Junta de Andalucía".
Aunque Comisiones Obreras se negaba hasta el último momento a desconvocar la huelga y a pesar de que la dirección de Canal Sur tampoco veía forma de resolver el conflicto, el mediador del Ministerio de Trabajo formuló una propuesta que las partes decidieron aceptar y, con ello, la desconvocatoria de la huelga.
De momento, pues, el parón televisivo queda aparcado, pero nadie duda de que los conflictos latentes en el seno de la RTVA y Canal Sur, seguirán a lo largo de la legislatura. 30 años de funcionamiento inspirados y dominados por el PSOE, con graves problemas de gestión y de concepción en origen como una televisión al servicio de la Junta, no será fácil de reformar para convertir la televisión andaluza en servicio público de información y libertad plural. Tampoco es conocido si ese es realmente el propósito del gobierno del "cambio".