Todo lo que se ha escuchado y visto en los pasados días indica que las demás regiones españolas serán precisamente eso: las demás regiones españolas dominadas y postergadas por dos "naciones", Cataluña y País Vasco y controladas y disciplinadas por un Estado dominado por un gobierno al servicio de las "naciones" con ETA dentro, disfrazada de Bildu.
En 2016, cuando la guerra interna del PSOE nacional, de los 84 diputados socialistas, 50 eran críticos hacia el sanchismo (4 de ellos indecisos) y 34 eran ya sanchistas, incluidos, cómo no, los correspondientes al PSC. Todos los diputados andaluces, 20, eran inequívocamente críticos con el PSOE de Pedro Sánchez.
Eso ha cambiado mucho. El PSOE andaluz cuenta ahora en el Congreso con 26 diputados. Como se recordará, la derrota de Susana Díaz en su enfrentamiento interno con Pedro Sánchez condujo a que su autoridad a la hora de nominar a los candidatos al Congreso de los Diputados fuese sustituida por la autocracia de Pedro Sánchez a la hora de designar a sus candidatos.
Ahora puede verse con claridad cuál fue el resultado de la aquella operación que laminó el poder de Susana Díaz echando fuera de las listas a diputados "dudosos" que podrían dar alguna sorpresa antisanchista en un momento de máxima necesidad como es el caso actual. Bastaría con que uno solo de los diputados o diputadas andaluzas se negara en conciencia a votar lo que es evidente que va a ser un agravio a Andalucía y a las demás regiones, para que el plan de Sánchez se viniera abajo con estrépito y se fuera a unas nuevas elecciones.
Pero la composición andaluza de la Cámara arroja la situación siguiente:
Diputados por la Circunscripción de Almería.
Ferrer Tesoro, Sonia (GS), susanista hasta ahora y más votada que Guirao por la base socialista almeriense.
Guirao Cabrera, José (GS), actual ministro de Cultura en funciones
Por la circunscripción de: Cádiz.
Bravo Barco, Eva (GS), sanchista declarada
Campo Moreno, Juan Carlos (GS), se dice independiente y no susanista ni sanchista
Grande-Marlaska Gómez, Fernando (GS), ministro del Interior en funciones
Por la circunscripción de Córdoba.
Crespín Rubio, Rafaela (GS), impuesta por el sanchismo
Planas Puchades, Luis (GS), ministro de Agricultura en funciones
Por la circunscripción de Granada.
Montilla Martos, José Antonio (GS), afín a Carmen Calvo y al sanchismo, encargado de la reforma inminente de la Constitución.
Ramón Utrabo, Elvira (GS), fue griñanista y susanista, pero ahora es afín a Pedro Sánchez
Rodríguez Salas, José Antonio (GS), prosanchista furibundo
Circunscripción de Huelva.
Faneca López, María Luisa (GS), reconocida sanchista
Ramos Rodríguez, José Luis (GS), teóricamente susanista.
Rodríguez Gómez, María del Pilar (GS), susanista y amiga de Mario Jiménez, pero tras la defenestración de su amigo puede haber cambiado de orientación política.
Circunscripción de Jaén.
Berja Vega, Laura (GS), inicialmente afín al PSOE de Jaén prosusanista, pero desde hace tiempo el PSOE de Jaén pactó con el sanchismo su candidatura.
Serrano Martínez, Juan Francisco (GS)
Sicilia Alférez, Felipe Jesús (GS), hombre de confianza de Pedro Sánchez
Circunscripción de Málaga.
Durán Peralta, José Carlos (GS), susanista hasta el momento
Lima Cid, Fuensanta (GS), susanista hasta ahora
López Cano, Ignacio (GS), sanchista reconocido
Circunscripción de Sevilla.
Bueno Campanario, Eva Patricia (GS), sanchista
Carrillo de los Reyes, Beatriz Micaela (GS), fue aupada por el sanchismo al puesto número 3 de la candidatura para impedir la presencia de la susanista Carmen Cuello
Montero Cuadrado, María Jesús (GS), ministra de Hacienda en funciones
Rodríguez Gómez de Celis, Alfonso (GS), mano derecha de Pedro Sánchez
Salazar Rodríguez, Francisco José (GS), no sanchista, pero admisible para la cúpula socialista actual.
En realidad, hay suficientes diputados andaluces no sanchistas, aunque no demasiados, que podrían protagonizar un acontecimiento histórico de "voto en conciencia" frente al voto disciplinado, aunque no caben muchas esperanzas dada la evolución de Susana Díaz hacia la sumisión completa hacia Pedro Sánchez para mantener algo de su poder en Andalucía.
Obviamente, la comunidad autónoma andaluza, como las demás comunidades y ciudades autónomas, saben ya, tras las sesiones de investidura celebradas, que los privilegios bilateralistas y el bocado a los futuros presupuestos por parte de las "naciones" del separatismo incrementarán las desigualdades socioeconómicas y quebrarán de manera, tal vez irreversible, la igualdad de todos los españoles ante la ley.
Por tanto, todos los diputados que han sido relacionados más arriba se enfrentan a un papelón moral, a una decisión biográficamente esencial, que, en el caso andaluz, dejará en manos del centro derecha el futuro de la Comunidad que, de consumarse la investidura de Pedro Sánchez, habrá vendido la hasta hace poco indispensable bandera blanquiverde andaluza por un plato de lentejas que ni siquiera será disfrutado en Andalucía.