La arriesgada apuesta electoral de Pedro Sánchez, convocando nuevas elecciones para este próximo domingo, presumía la obtención de un mayor número de escaños que el pasado 28 de abril en que se quedó en 123. Para lograrlo, los 61 escaños en juego en Andalucía podrían suponerle, sin tener en cuenta a otras regiones españolas, acercarse a los 130 diputados. Pero parece que tales expectativas no se van a cumplir.
De la euforia de una encuesta regional interna encargada por el PSOE, que le daba un notable subidón el pasado mes de agosto haciéndole ganar hasta 9 escaños en unas hipotéticas elecciones andaluzas no homologables con las generales, se ha ido pasando a un creciente desánimo. Incluso los gozos del CIS, fuente de alegrías para el PSOE desde su gobierno por José Félix Tezanos, si bien profetizaba un ascenso del PSOE desde los 24 escaños en el Congreso hasta los 27-30 escaños, han dado paso a las sombras de otras encuestas.
Pero el barómetro electoral del CS es el único que presenta a un PSOE triunfal en Andalucía anunciando, además, que los escaños que podría ganar, hasta 6, se debe a que todos los demás, incluso PP y Vox o se mantienen como estaban o caen uno o dos escaños, algo que contrasta notablemente con todos los demás sondeos que consideran a PP y Vox como partidos al alza.
No parece dudoso que el PSOE vaya a obtener el mayor número de votos en casi todas las provincias andaluzas. Pero sí es incierto que vaya a superar los resultados del pasado 28 de abril, en que obtuvo los 24 diputados actuales. De no conseguir subir el listón de escaños, el PSOE andaluz no serviría de trampolín a Pedro Sánchez y arruinaría su apuesta electoral.
El primero aviso se lo dio SW Demoscopia en la primera quincena del pasado mes de octubre en que pronosticó con una muestra relevante que el PSOE sería el partido más votado en Andalucía, pero con una horquilla de 21 a 24 escaños. Esto es, que podría perder hasta 3 diputados, lo que implicaba que la operación repetición de elecciones de Pedro Sánchez podría convertirse en un fiasco destacable.
Luego tuvimos conocimiento de la encuesta de GAD 3 para ABC donde el PSOE, aunque resistía mejor, se quedaba como máximo en 25 escaños, uno más que en abril de 2019 pero ya no ganaba en todas las provincias andaluzas porque el PP se imponía en Córdoba y Almería.
Los resultados de esta encuesta de GAD 3, que no se olvide fue la única casa de sondeos que logró acercarse al resultado final de las pasadas elecciones andaluzas pronosticando la irrupción de Vox y el bajón del PSOE, concreta además que el PP podría subir hasta 5 escaños, Vox duplicaría su número de diputados de 6 a 12 y Unidas Podemos sufriría un quebranto neto de 3-4 puestos en el Congreso. El partido de Íñigo Errejón obtendría algún escaño que el CIS no le daba.
Si a ello se unen las valoraciones del debate, coincidentes en que Pedro Sánchez no lo ganó ni de lejos y que esta semana, a partir de mañana, va a producirse un rosario de comparecencias en la Comisión de Investigación de la FAFFE, con dos ex presidentes nacionales del PSOE, la propia Susana Diaz y la actual ministra en funciones, María Jesús Montero, implicados en su gestación y gestión, las expectativas son escasamente esperanzadoras para el PSOE.