Juntos, pero no revueltos: Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz y expresidenta de la Junta, y el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, participan este martes en actos de precampaña electoral en las ciudades andaluzas de Córdoba, Jaén y Granada.
Es más, contrariamente a lo ocurrido en ocasiones anteriores, la propia Díaz ha sostenido que la campaña de Pedro Sánchez en Andalucía será "muy importante" porque Andalucía es una región muy importante para España.
Curiosamente, esa importancia andaluza la cifró en su propia derrota política tras las elecciones de diciembre de 1018. Lo expresó del siguiente modo, según recoge Europa Press: "Somos el ejemplo de lo que hay que evitar en las elecciones del 10 de noviembre, que las tres derechas sumen y puedan formar gobierno".
Susana Díaz, que ha destacado su propio cambio de actitud respecto a Sánchez, algo que bien pocos creen incluso en el PSOE, recuerda ahora que ella estuvo en las tribunas del Congreso de los Diputados en la investidura de Pedro Sánchez. Y, para rematar, anunció ella misma que la próxima semana Andalucía contará de nuevo con la presencia de Pedro Sánchez.
Lo que proclamó horas antes de ese encuentro, este mismo lunes en los desayunos de Europa Press, fue que ella no ha tirado la toalla y que estará presente como candidata en las elecciones primarias que celebre el PSOE de Andalucía para elegir a su secretario general.
Los observadores como ABC reseñan que en el acto no estaban todos los que deberían estar. No estaba el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Faltaron tres secretarios generales de las provincias de Cádiz, Málaga y Almería. Tampoco estaban demasiados parlamentarios y faltaron muchos ex consejeros de sus gobiernos.
Y fue allí cuando anunció que iba a presentarse a las primarias socialistas andaluzas para reeditar, si puede, el liderazgo andaluz en el PSOE. Como marco, destacó la superación de las diferencias acerca de sostener a Mariano Rajoy que llevaron a la defenestración de Sánchez subrayando que ahora el partido está unido "sin imposturas".
Admitió, eso sí, que aquella decisión, que permitió a Rajoy formar gobierno en el 2016, causó en el PSOE "mucho dolor y dificultades" internas que "hemos tardado dos años en superar" pero afirmó que lo han hecho "por España".
A renglón seguido agradeció a Pedro Sánchez su generosidad y enfatizó que ambos han que "por encima de lo que creyésemos en un determinado momento, por encima estaba España y que el país necesita un PSOE unido" que piense en España, Andalucía y PSOE, "en este orden".
Cuando expuso que se equivocó en las formas, se esperó una autocrítica de fondo que no llegó porque no se arrepintió de nada de lo que hizo entonces. Luego concluyó que el PSOE tiene buenas expectativas electorales, pero advirtió que el peligro estaba en la abstención, algo que ella probó en propias carnes en 2018.
Por tanto, en la víspera de su encuentro con Sánchez y sin esperar que estuviese presente en el anuncio, Susana Díaz dejó claro que se presentará a las primarias del PSOE-A a pesar de haber dispuesto de un proceso de reflexión por los resultados que cosechó el partido tras los comicios andaluces del 2D, cuando el PSOE-A ganó las elecciones, pero la suma del PP-A, Cs y Vox impidió que formara gobierno.
Es más, dijo estar "mentalmente preparada para lo que dure la legislatura y organizativamente, con el PSOE-A en marcha desde el minuto uno para llevar a cabo una oposición rigurosa, sin posiciones histriónicas porque somos la esperanza de mucha gente".
Negó que Sánchez le hubiera ofrecido cargos en Madrid, pues el líder socialista "sabe que mi compromiso y mi pasión es Andalucía" y confesó que perder el Gobierno andaluz tras 37 años ininterrumpidos en el poder, ha llevado al PSOE-A a ser líder de la oposición. Desde luego, "no ha sido un proceso fácil, ni en el ámbito personal ni en el colectivo del PSOE-A, ni del millón de votantes que nos dieron la confianza", pero es lo que hay.
Tras decir que hay que evolucionar y que ha consultado con muchas personas del PSOE y de fuera del partido, "sigue creyendo que tiene mucho que aportar a Andalucía" y ha decidido que debe continuar. Habrá que esperar a que llegue Sánchez por si quiere pronunciarse sobre la cuestión o si prefiere, como es de esperar, aludir a que serán los militantes los que decidan sin dar apoyo expreso a Susana Díaz.