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Arranca el primer juicio del macrocaso Invercaria con el PSOE al fondo

El juicio de este lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla se refiere a la empresa de Aceitunas Tatis, con sede en La Carolina.

El expresidente de Invercaria, Tomás Pérez Sauquillo | Cordon Press

Comienza este lunes el primer juicio de macrocaso judicial Invercaria, uno de los que asola el panorama político y judicial andaluz junto con el caso ERE, el caso del fraude de la formación, el caso de las transferencias de financiación, el caso Avales y otros. Invercaria –hoy Venture Invercaria, SA, que sigue existiendo–, era el nombre resumido que recibía Inversión y Gestión de Capital Riesgo de Andalucía, SA.

Destinada a promocionar empresas e iniciativas con dinero público, curiosamente se constituyó como Sociedad Anónima Unipersonal, en marzo de 2005. Desde su fundación comenzó a conceder préstamos y a suministrar dinero a empresas sin conocer adecuadamente su idoneidad ni su situación económica. Para la oposición política, Invercaria era un "chiringuito" para inyectar efectivo a empresas amigas del PSOE.

Como consecuencia de las investigaciones, y tras las grabaciones que el técnico Cristóbal Cantos efectuó a la entonces presidenta de la entidad, Laura Gómiz, donde se la escuchaba ordenar la confección de informes falsos para justificar la entrega de dinero a empresas y donde reconoció que si tuviera ética no estaría en tal empresa, se fueron abriendo causas, que llegaron hasta once.

El juicio que arranca este lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla se refiere a la empresa de Aceitunas Tatis, con sede en La Carolina (Jaén) por la concesión de un préstamo participativo de 100.000 euros en 2009.

Para hacerse una idea del carácter de la empresa de aceitunas Tatis, Diario de Sevilla recordó en varias ocasiones que "sueño fálico, metrosexual mulata y metrosexual nórdica, lengüetazos, dulces cuernos, polvazos, polvitos y polvazos picantes" eran algunos nombres que formaban parte de una "línea erótica" de la empresa y que constan en los catálogos que están en el sumario.

Se presentaban como exquisiteces elaboradas de modo artesanal divididas en 60 variedades. La propia empresa, en su defensa, destacaba tal "novedosa línea erótica que tuvo una magnífica acogida en el mercado nacional e internacional" adjuntando prueba gráfica y los catálogos publicados por Aceitunas Tatis.

En un auto fechado el 9 de junio de 2017, cuenta Europa Press, el juez Juan Gutiérrez Casillas procesó a Pérez-Sauquillo y a la que fuera administradora única de la empresa, Gracia Rodríguez Cortés, por presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y tráfico de influencias. En este caso, el juez archivó los cargos contra los directivos de la Agencia IDEA que concedió un aval a la empresa que ésta no llegó a utilizar.

En este primer juicio, la Fiscalía pide para Pérez-Sauquillo seis años de prisión y 15 de inhabilitación por un presunto delito de malversación de caudales públicos y diez años de inhabilitación por un delito de prevaricación. En realidad, el juez y la fiscalía creen que el expediente de concesión del préstamo no tiene justificación ni fundamento alguno.

Por ello, además, la Fiscalía pide dos años y medio de cárcel y once años de inhabilitación para la que fuera administradora única de la empresa, Gracia Rodríguez Cortés, pidiendo además que ambos indemnicen conjunta y solidariamente a Invercaria en la cantidad de 108.732,22 euros.

Aceitunas Tatis se constituyó el 27 de septiembre de 2004 siendo su objeto social el comercio al por mayor y al por menor de todo tipo de productos alimenticios, la fabricación de jugos y conservas vegetales y cualquier otra actividad relacionada con las descritas. Su capital social era de 3.060 euros.

Tienen interés algunos detalles que revelan la relación del expresidente de Invercaria, Pérez-Sauquillo, con la administradora de Aceitunas Tatis, de la que se dice, tras conocer al directivo de Invercaria, llegó "incluso a interrumpir una reunión que mantenía con otros directivos de la sociedad".

Luego añade la exposición de la Fiscalía que "sin ninguna solicitud previa y sin aportar ningún documento, y sobre todo sin ningún análisis" de los establecidos en el Plan Director de Invercaria, la administradora única de Aceitunas Tatis obtuvo un préstamo participativo de 100.000 euros "gracias a la personal decisión" de Pérez-Sauquillo. El plan de Tatis era conseguir 450.000 euros de Invercaria, que no se consumó.

Como ya denunció el mencionado Cristóbal Cantos, se ha demostrado que toda la documentación existente sobre el préstamo a Aceitunas Tatis "fue indiciariamente añadida al expediente con posterioridad a la decisión de concesión de un préstamo", remarca Anticorrupción, añadiendo que el préstamo "nunca fue solventado, ni en su principal ni en sus intereses". Luego la empresa presentó la suspensión de pagos.

El clan 'carolino' del PSOE andaluz

Francisco Vallejo, exconsejero de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía en tiempos de Manuel Chaves y procesado con él en el caso ERE que espera sentencia en la Audiencia de Sevilla, nació en la localidad jiennense de Alcaudete, pero llegó a ser alcalde de La Carolina. El expresidente de Invercaria, Tomás Pérez Sauquillo, procesado en el caso Invercaria, nació en Madrid, pero ha tenido especiales vinculaciones con La Carolina. El gerente de la empresa Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía (FIVA), José Luis Hidalgo, también es de La Carolina.

Los principales elementos de este clan 'carolino' fueron los máximos responsables de Invercaria durante años. También nació en La Carolina la ex consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, durante un tiempo imputada en el caso ERE.

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