Cuanto más ejemplares son los ricos, mayor es el odio que les profesan Iglesias y sus adláteres, porque más inferiores se sienten. Y ahí no les vamos a quitar la razón: lo son.
La tesis general de los convocados para defender la inocencia de los golpistas es que el referéndum del 1-O fue un festival de paz y amor organizado por dos millones de budistas vocacionales.
Puede decirse que, en Madrid, todos los votos son útiles. Lo inútil, lo trágico, sería no ir a votar. Contra Sánchez, naturalmente. Y luego, a resistir. Estamos acostumbrados.
Sí, probablemente no caben tres partidos en la derecha, y al menos uno de ellos va a desaparecer a medio plazo. Debería ser el PP. Es el partido viejo, la marca lastrada por las traiciones ideológicas y la corrupción.