Manolo Alcántara era un gran columnista. Fue también un gran poeta, un notable púgil y un magnífico cronista de boxeo. Pero, sobre todo, fue un gran conversador, que es como decir un gran observador de la vida.
En mi barrio trabajamos mucho y pagamos impuestos. Sin embargo, no nos llega da para irnos de luna de miel a Nueva Zelanda ni para comprar palacetes de 600.000 euros como los líderes comunistas.
La destrucción atrae al Mal y horroriza al Bien. Si eso es verdad, podemos afirmar que el Bien, pese a los malnacidos habituales, sigue siendo mayoritario en este mundo nuestro.
Las mujeres que no sonríen en los debates lo tienen mal. Una política que va a un debate en plan 'killer' es que no gusta. Siempre que sea de derechas.
Quien vende a sus conciudadanos es, sencillamente, una mala persona. Y quien pasa de decir "convocaré elecciones cuanto antes" a "agotaré la legislatura" es, además, un mentiroso.