Ya tendremos tiempo para polemizar civilizadamente con nuestros aliados circunstanciales cuando haya pasado el peligro de desintegración territorial y de gangrena social.
La ley de violencia de género no responde a la necesidad de proteger a los más débiles, sino al deseo de imponer una agenda política cuyo objetivo es la división social y el enfrentamiento.
La opción de convocar nuevas elecciones beneficiaría a la izquierda andaluza y sería vista como un profundo fracaso por un electorado de centro-derecha que en los próximos meses tiene en su mano decidir el futuro político de España entera.
La foto que quiere VOX es la del cambio político en Andalucía. Por España. Porque desde el sur de nuestra patria se vayan abriendo ventanas que ventilen la atmósfera corrupta.
Debe priorizarse un modo de recepción basado en lo que ha hecho a EEUU el foco más atractivo para todos aquellos que han huido de la pobreza o el miedo.