Y ahora arremeten con otro bulo: los ricos son contaminantes y presionan a los políticos; como si no supiéramos que la riqueza está asociada con un mejor medioambiente, no con uno peor.
Gracias también a Rufián, a Torra, a Évole y al gran Wyoming. Sin su inestimable ayuda, reconocen en Vox, la irrupción de tal partido en la política española no hubiera sido posible.