Esta es una prueba de la capacidad de las bases para cabalgar contradicciones, habilidad que Pablo se ha esforzado en enseñarles. A ver si lo han aprendido.
El caso de Alaya no es el único, pero tal vez sí el más grave por las consecuencias de unos procesos de corrupción que el PSOE, con la inestimable ayuda del PP, está tratando por todos los medios de dinamitar.
Nosotras o la finca, que es chula y supermaja.
Nosotras o el precioso y enorme casoplón.
Nosotras o la inmensa piscina con tinaja.
Nosotras… ni de coña dejamos la mansión.
Para Richard Pipes, no había nada que salvar ni que rescatar en eso que llamamos, por convención, la Revolución Rusa de 1917. Ni la menor épica, ni la menor ilusión ni el menor arrebato utópico.
La verdad nos hará libres, no la censura. Porque el respeto a la libertad de expresión se templa precisamente con personajes tan siniestros como Ursula Haverbeck y Pablo Iglesias.