La economía de mercado es un juego de suma positiva en el que no es incompatible vivir y especular, darle a la protesta política y disfrutar de la chispa de la vida.
Zapatero se está comportando como un auténtico indeseable y no debe quedar el menor asomo de duda de que España no está implicada en sus sucias maniobras, ni directa ni indirectamente.
Para Richard Pipes, no había nada que salvar ni que rescatar en eso que llamamos, por convención, la Revolución Rusa de 1917. Ni la menor épica, ni la menor ilusión ni el menor arrebato utópico.
La verdad nos hará libres, no la censura. Porque el respeto a la libertad de expresión se templa precisamente con personajes tan siniestros como Ursula Haverbeck y Pablo Iglesias.