Buena parte de lo sucedido es responsabilidad de nuestro Gobierno, que ha dejado en manos de los jueces, incluidos los extranjeros, un asunto que debía ser el único relevante de su agenda.
Y si se trata de que en política no se puede mentir, a ver cómo explican en el partido de Rivera a los votantes madrileños su alianza estratégica con los podemitas, que no conocen la verdad.
Daba por sentado que los magistrados del Tribunal Superior de Justicia regional de Schleswig-Holstein iban a examinar el asunto en profundidad, con seriedad y rigor. Vaya sorpresa.