Si los representantes hacen bien su trabajo, los representados no necesitan blandir pancartas, corear gritos ripiosos y aglomerarse un sábado bajo la nieve.
Lo sucedido estos días en el barrio madrileño es un aviso muy serio de que lo que es capaz de hacer una ultraizquierda tremendamente tóxica, dispuesta a todo con tal de conquistar o conservar el poder.
Negar la figura del castigo es negar el principio de la libertad individual, uno de los dos ejes, junto con el principio democrático, que informan todo nuestro orden político.
En España, lo mejor que te puede pasar para vender un libro es que lo prohíban. Así se enterarán los españoles de una vez de cuál es la verdadera historia del PSOE.
En los próximos años el voto no separatista descenderá con brusquedad, mientras que el separatista, sembrado incesantemente desde parvulitos, no puede dejar de crecer.
Las lenguas, lo diga o no el Tribunal Constitucional, no tienen necesidades, ni pueden estar en situación de desventaja. Eso solo se puede predicar de las personas.