El viaje del Cocomocho a Copenhague ha servido para constatar que no todos los profesores de Políticas son como Pablo Iglesias y su tropa de indigentes mentales.
Las democracias liberales occidentales deben recuperar, reivindicar y desarrollar los elementos que las hicieron grandes: la apertura, la igualdad de derechos civiles y la confianza social.