Ninguna imagen muestra más claramente el carácter criminófilo y criminógeno de la política separatista catalana que esos muñecos colgados de un puente.
Para que el cambio sea posible en Cataluña, el Gobierno tiene la obligación de expulsar del espacio público a los golpistas y perseguir con toda la contundencia a los terroristas que tratan de imponer la dictadura del miedo.
El hecho evidentísimo de que el Estado de las Autonomías es la principal causa de autodestrucción de España basta para redactar una nueva Constitución no autonomista.
El estimulante plan de Shahaf y Hess merece ser objeto de extraordinaria atención en Washington, en Jerusalén y en las principales cancillerías árabes.
Este macartismo de la extrema izquierda es el reflejo especular del original de la extrema derecha norteamericana: censura, intimidación, intolerancia.
Lidia Chukóvskaia, la autora de esta escalofriante novela, expresa sus propios sentimientos cuando describe las inquietudes y penalidades que sufre Sofia durante aquel largo invierno de 1937-38.