Lo que en verdad hay es un ejército de parásitos funcionarizados, legiones de chupatintas a los que mantienen y dan de comer los catalanes que producen algo útil.
Tendría guasa que, después de haberse ido tanta gente, tuviera que ser la marcha de un futbolista lo único capaz de abrir los ojos a los nacionalistas catalanes.
¿Cómo va a ir cualquier cosa de la Unión Europea a esa región que quiere salir de la Unión Europea y a esa ciudad que les dice a los turistas "Go home!"?
Mentira, todo mentira y nada más que mentiras. Una tras otra, a ráfagas largas y en cadena. Bulo a bulo. Así es como los verdugos se presentan como víctimas.
¿Hay novedades en una historia tan conocida como la de Carmen Díez de Rivera? Pues sí. La verdadera Carmen de Herrero, la que yo he visto en la novela, es la Transición.
La derecha chilena renunció hace tiempo a la batalla cultural, y su oferta al pueblo es idéntica a la del PP español: poca política y mucha administración.