No pasará nada, si por nada entendemos un cambio de estatus en la relación soberanista de Cataluña con España, lo cual no quiere decir que no pase nada.
Nuestros vates se han dedicado a plasmar el odio que se profesan burlándose recíprocamente de sus respectivos acentos y de otras señas de identidad regionales.
Darle bola al separatismo de los ricos no es, no puede ser ni ha sido nunca, estimado Pedro, ese “ idioma de la socialdemocracia” que dices que hablas.
Será necesario que la comunidad internacional aísle a un régimen que es una amenaza para la estabilidad y la seguridad de América Latina y del resto del mundo.
El feminismo moderno es tan descaradamente mentiroso que sus cruzadas deben esconderse bajo la apariencia de defender algo en los que todos estemos de acuerdo.
Venezuela se rompe en pedazos y las FARC van a crear un partido político. Lo anunciaron a bombo y platillo. ¿Para qué? Para repetir la agonía venezolana.