Dicen que ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha, sino de los que están arriba y los que están debajo. Otra vez la lucha de clases. ¡Qué moderno!
Mi visita de una semana al infierno reafirmó mi compromiso de defender el derecho a existir de Israe y de derrotar a sus enemigos en el ámbito de las ideas.