Se habla mucho de los paraísos fiscales, que son pocos y cada día menos, pero a mí me preocupan más los infiernos fiscales, que son muchos y cada día más.
Garganté es el Andrés Bódalo catalán, partidario de la acción directa y capaz de acojonar, si fuera preciso, hasta a la diputada de su partido Anna Gabriel.
Gracias a Mario, decenas de miles de jóvenes intentaron también convertirse en tiburones de los negocios, y como tales comenzaron a actuar. Hoy votan a Podemos.
La dureza de la actuación policial contra Mario Conde contrasta con la actitud genuflexa de la judicatura en casos como el de los ERE o el del clan Pujol.
Han sido impactantes las palabras de Jorge Verstrynge: “Cualquier día dirán que he dado por culo a una cabra”. Tremendo. Y yo he conseguido hablar con ella.