L D (EFE) Centenares de personas se habían concentrado en los alrededores del monumento con banderas catalanas, independentistas e iraquíes. A la llegada del Gobierno de la Generalidad, con Maragall al frente, les recibieron con gritos de "español" y "traidor". La representación de la Diputación de Barcelona, con presencia de miembros del PP, también fue recibida con silbidos.
Tras la ofrenda, el presidente catalán restó importancia a los silbidos y los achacó al desconocimiento: hay "mucha confusión" sobre los orígenes históricos de la Diada, apuntó. Su idea original era que se dejase de hacer esta ofrenda floral para dar protagonismo a los actos más institucionales y a la propia Generalidad, que estaba con todos sus consejeros, a excepción de la titular de Cultura, Catarina Mieras.
"Sobre todo, lo que conmemoramos es la caída, aquí mismo, del conseller en cap de Barcelona, Rafael de Casanova, que en aquel momento presidía el Consell de Cent, defendiendo el país, y que cayó herido defendiendo una concepción del país y de la libertad que no era compartida por todo el mundo y que fue asediada por una monarquía que no reconoció nuestros derechos", explicó Maragall. Para el presidente catalán, "hay mucha gente que no sabe lo que es la Diada, hay mucha confusión sobre esta jornada y sobre quién era Rafael Casanova. Pero la Historia se irá abriendo camino".
También el consejero jefe, Josep Bargalló, asumió los silbidos aludiendo a su "amplia experiencia tanto en aplausos como en pitos" e insistió en restar importancia a la polémica de las banderas, convencido de que "la polémica no la hacen las banderas sino las personas". También se refirió a una parte del discurso institucional de Maragall, para coincidir en que el catalán "no está en peligro", y solamente "estaría en peligro el mantenimiento de la unidad de la lengua, porque es allí donde intervienen los políticos".
"Sobre todo, lo que conmemoramos es la caída, aquí mismo, del conseller en cap de Barcelona, Rafael de Casanova, que en aquel momento presidía el Consell de Cent, defendiendo el país, y que cayó herido defendiendo una concepción del país y de la libertad que no era compartida por todo el mundo y que fue asediada por una monarquía que no reconoció nuestros derechos", explicó Maragall. Para el presidente catalán, "hay mucha gente que no sabe lo que es la Diada, hay mucha confusión sobre esta jornada y sobre quién era Rafael Casanova. Pero la Historia se irá abriendo camino".
También el consejero jefe, Josep Bargalló, asumió los silbidos aludiendo a su "amplia experiencia tanto en aplausos como en pitos" e insistió en restar importancia a la polémica de las banderas, convencido de que "la polémica no la hacen las banderas sino las personas". También se refirió a una parte del discurso institucional de Maragall, para coincidir en que el catalán "no está en peligro", y solamente "estaría en peligro el mantenimiento de la unidad de la lengua, porque es allí donde intervienen los políticos".
Montilla olvida la cartera de ministro y defiende sus pretensiones
El primer secretario del PSC y ministro de Industria garantizó que "la coyuntura política en España" permitirá que el autogobierno catalán dé un gran paso adelante "dentro de la nueva etapa" abierta en Cataluña bajo la presidencia de Pasqual Maragall.
En declaraciones a los periodistas tras realizar la tradicional ofrenda floral en el monumento de Rafael Casanova acompañado por la delegación del PSC, José Montilla aprovechó para replicar a las críticas del PP, partido al que acusó de demagogo por denunciar la retirada de banderas españolas en algunos ayuntamientos catalanes.
Montilla resaltó que "estamos ante un 11 de septiembre que por primera vez en muchos años está marcado por la esperanza y la ilusión de una nueva etapa, un nuevo gobierno en Cataluña con unos objetivos claros para tratar de dar un paso adelante en el autogobierno y también con un coyuntura política en España que también favorecerá el cambio".
En declaraciones a los periodistas tras realizar la tradicional ofrenda floral en el monumento de Rafael Casanova acompañado por la delegación del PSC, José Montilla aprovechó para replicar a las críticas del PP, partido al que acusó de demagogo por denunciar la retirada de banderas españolas en algunos ayuntamientos catalanes.
Montilla resaltó que "estamos ante un 11 de septiembre que por primera vez en muchos años está marcado por la esperanza y la ilusión de una nueva etapa, un nuevo gobierno en Cataluña con unos objetivos claros para tratar de dar un paso adelante en el autogobierno y también con un coyuntura política en España que también favorecerá el cambio".
Gritos de independencia cierran el principal acto
Miles de personas asistieron al acto institucional convocado por primera vez por la Generalidad y el Parlamento catalán con motivo de la Diada. En el parque de la Ciutadella de Barcelona, los asistentes cerraron el acto con gritos de "independencia".