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Ibarra arremete contra Maragall y Chaves por inaugurar lo que será "el pillaje más absoluto"

Con una oratoria de diseño, diciendo los pecados y dejándose entender sobre el pecador, Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha arremetido contra sus compañeros de partido Manuel Chaves y Pasqual Maragall por “el vendaval de adjetivos” con el que algunas comunidades quieren distinguirse “y lograr réditos dinerarios”. La narración de Ibarra sobre la invitación que hizo Maragall a Chaves para apuntarse a las singularidades ha sido, horas después de las críticas de Rajoy a ZP, su primera irrupción clara sobre las reformas estatutarias desde que el PSOE está en el poder.

Con una oratoria de diseño, diciendo los pecados y dejándose entender sobre el pecador, Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha arremetido contra sus compañeros de partido Manuel Chaves y Pasqual Maragall por “el vendaval de adjetivos” con el que algunas comunidades quieren distinguirse “y lograr réditos dinerarios”. La narración de Ibarra sobre la invitación que hizo Maragall a Chaves para apuntarse a las singularidades ha sido, horas después de las críticas de Rajoy a ZP, su primera irrupción clara sobre las reformas estatutarias desde que el PSOE está en el poder.
L D (Agencias) Ibarra ha sido fiel a su estilo habitual. En plena ronda de contactos de Zapatero con los líderes políticos y sólo horas después de que Rajoy lamentara su preocupación por la carencia de ideas expresada por el presidente en su reunión en La Moncloa, el líder extremeño ha arremetido, sin nombres, contra Chaves y Maragall.
 
Se notaba que el discurso de Ibarra estaba pensado para no herir a la primera. Con muchos giros, metáforas y rodeos, el presidente extremeño ha irrumpido en el debate sobre las reformas estatutarias y, en especial, sobre los acelerones que se escuchan en Cataluña
 
En la noche de este martes, en Mérida, y como aperitivo a la celebración del día de Extremadura, Ibarra ofreció su región para "frenar" el "vendaval de adjetivos" con el que algunas comunidades autónomas pretenden distinguirse del resto y lograr "réditos dinerarios".

Maragall-Chaves y “el pillaje más absoluto”

Quizá lo más destacado de su discurso haya sido la forma en la que ha descrito un reciente episodio: la invitación de Maragall a Chaves para que Andalucía se convierta en el motor de los cambios estatutarios reclamando para sí sus singularidades. Así lo expuso Ibarra: "En cuanto uno ha levantado la veda y ha invitado a otro al club de los privilegiados, han saltado otros a pedir su adjetivo, a recordar su carácter histórico, a exhibir blasones apolillados, a querer ser nacionalidades y cosas así, al pillaje más absoluto".

A su juicio, esta actitud tiene un origen "infantil", el de "buscar insistentemente un cambio de nombre que haga aparecer como algo distinto de lo que se es", y es nociva para el país porque "desconcierta" a quienes pretenden lograr nuevas denominaciones para sus territorios y "confunde a quienes tenemos que relacionarnos con ellos".

Añade Ibarra que en esta "puja por acceder a los adjetivos más rimbombantes", se han tenido que escuchar términos como "nación, nacionalidad, comunidad nacional, nacionalidad histórica, nación cultural, región próspera, región periférica, región atlántica o euro región". Pero él zanjó la cuestión proponiendo el dilema shakespeariano, acomodado al asunto: "o español o no español, esta es la cuestión".

El “empequeñecimiento de España” desde “una posición no española”

Ibarra defendió que, aunque "nadie está obligado a aceptar la España de hoy tal y como es", y se pueden plantear "debates o reivindicaciones", "lo que no aceptamos es que, desde una posición no española, se pretenda reducir, dividir o erosionar el territorio español. No estamos dispuestos a discutir con nadie la división o el empequeñecimiento de España". Tal era su determinación que recomendó a los que no quieran la España que el defendió a "individualmente pedir su renuncia a ella, sin pretender arrastrar a todo un pueblo a esa renuncia. En caso contrario se entenderá que se quiere ser español".

Extremadura como freno con una petición para la Virgen de Guadalupe

Rodríguez Ibarra abogó por "no acelerar esa loca carrera de pretensiones nominales", para lo que dijo que Extremadura puede "predicar con el ejemplo" de no reclamar nuevas denominaciones y contribuir a "frenar" el proceso de reivindicaciones, "siempre que esa actitud sensata y patriótica no vaya a suponernos una merma en nuestras posibilidades de desarrollo".

Puntualizó que los extremeños no renuncian a su identidad y que, en este sentido, para "reafirmarnos" desde hoy la Junta extremeña plantea a la Iglesia Católica que "resuelva definitivamente el contencioso de Guadalupe", el de un santuario cuya Virgen es patrona de Extremadura pero cuyo sitio, ubicado en la provincia de Cáceres, pertenece a la Diócesis de Toledo. "No es un capricho –explicó- ni siquiera una reivindicación. Es una necesidad. Cuando algunos pretenden difuminarnos en amalgamas autonómicas, los extremeños necesitamos reaccionar acentuando nuestra identidad española y exhibiendo nuestra identidad extremeña".

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