(Libertad Digital) Según informa este lunes el diario El Mundo, el pasado 26 de agosto el confidente de la Unidad Central Operativa, Rafá Zouhier, denunció ante el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que un agente de la Benemérita del destacamento de Valdemoro (Madrid) vendió armas a un socio del terrorista del 11-M Jamal Ahmidam, El Chino.
Antes que al juez Del Olmo, Zouhier había informado de esta cuestión a su contacto en la UCO, el agente conocido como Víctor. El confidente le relató como un guardia civil de la Brigada Antidisturbios –un tal Pedro– se dedicaba al tráfico de armas. Este Pedro, de 30 años, está temporalmente apartado de sus funciones en el Instituto Armado por su implicación en un delito de venta de hormonas y anabolizantes en un red de gimnasios de Madrid.
Uno de los grupos clientes del guardia civil Pedro era el de "Lofti", que controlaba la venta de hachís y pastillas de diseño en algunas zonas de Madrid, Alcalá de Henares y Parla. Este marroquí había realizado algunas de esas operaciones junto a su amigo y terrorista, "El Chino". Durante la investigación a la banda de "Lofti" se detectaron y grabaron diversas conversaciones de los terroristas del 11-M.
Según explica la información de El Mundo, el juez Del Olmo ha abierto una nueva vía de investigación en el sumario del 11-M para averiguar si algunas de las armas utilizadas por los terroristas se las proporcionó el guardia civil Pedro.