L D (Agencias) El tumulto que se organizó en la puerta cuando más activistas intentaban entrar motivó, según el colectivo, una carga policial, algo que ha negado la Policía Nacional, que no tiene previsto desalojar en el edificio por el momento.
El desalojo de la fábrica de la Hamsa, motivo de las movilizaciones, se produjo a las 4:00 horas de este miércoles, cuando los diez jóvenes que en esos momentos estaban en el edificio abandonado fueron obligados a abandonar las instalaciones. Los “okupas” no ofrecieron resistencia, por lo que no resultó detenido ninguno.
Según ha informado la Guardia Urbana, la protesta se ha iniciado hacia las 11:00 de la mañana de este miércoles en la Via Laietana de Barcelona, donde una cincuentena de jóvenes han cortado el tráfico de esta calle y han avanzado en dirección a las Ramblas por la calle Ferran. Posteriormente, los okupas han subido por las Ramblas, cortando el tráfico en sentido ascendente, y han proseguido su marcha por el Paseo de Gracia, donde también han impedido el paso de los vehículos en uno de los laterales hasta llegar a la confluencia con la calle Provenza, donde se encuentra el edificio de La Pedrera, lugar donde tiraron algunos contenedores.
El Cuerpo de la Policía Nacional ha señalado que no se ha producido ninguna carga policial, frente a las acusaciones de los “okupas”, y que no se ha detenido a nadie. Los agentes no desalojarán el edificio si no se lo pidan los servicios privados de seguridad del famoso edificio.
Por su parte, en declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, el portavoz del movimiento, Albert Martínez, ha explicado el motivo del encierro, señalando que "la cultura popular que se practica en La Hamsa es igual de valiosa que la cultura oficial que se ofrece en La Pedrera". Martínez criticó que "desde el Gobierno se promueva una cultura basada en los grandes monumentos" mientras que "se derrumaban los espacios culturales de la ciudad", y aseguró que los “okupas” "no saldrán hasta que no sean también desalojados". Según el portavoz, una veintena de "okupas" han sufrido contusiones debido a la carga policial que, según él, se habría producido a las puertas del edificio.