L D (EFE) El anuncio de tregua de ETA en Cataluña, después de la entrevista de Carod-Rovira con los terroristas, provocó numerosas peticiones de dimisión del líder de ERC al frente del partido independentista y la ruptura del pacto de gobierno en Cataluña. Peticiones que no sólo llegaron desde el Gobierno y el PP, también los barones socialistas, antes de verse obligados a recular, exigieron a su compañero de partido que rompiera con Esquerra.
Sin embargo, el escándalo provocado por Carod no ha debilitado a los independentistas catalanes sino que han visto cómo Maragall ha vuelto a plegarse a sus exigencias. El presidente catalán ya lo hizo cuando pactó la salida a plazos de Carod de la Generalitat y lo ha vuelto a hacer ahora al nombrar consejero jefe a Josep Bargalló, el elegido por el líder de ERC. Aunque Carod ha seguido en la sombra del Ejecutivo catalán, no será hasta el lunes cuando oficialmente los independentistas vuelvan a ocupar el segundo puesto del gobierno autónomo.
Objetivo: trasladar que la crisis se ha cerrado
Lo hará Josep Bargalló, hasta ahora consejero de Enseñanza. Marta Cid le relevará al frente de la consejería. El presidente catalán ha explicado que los nombramientos responde a la "voluntad de devolver el gobierno a la máxima tranquilidad". El nuevo consejero jefe, que también lo será de Presidencia, recuperará la mayoría de las competencias que tenía Carod-Rovira antes de salir del ejecutivo, aunque Relaciones Exteriores seguirá dependiendo directamente del presidente de la Generalitat.
Maragall ha vuelto a insistir en que "hemos superado una prueba difícil" y ha reiterado que el ejecutivo catalán "hoy se siente unido para tirar adelante un proyecto que se está convirtiendo en crucial para el avance de las aspiraciones de nuestro país". "Reforzamos la confianza mutua entre las fuerzas del gobierno", ha dicho Maragall, quien ha expresado su "deseo" propio y del resto de consejeros de la Generalitat de "trabajar para aumentar el clima de ilusión, concordia y espíritu constructivo que Cataluña quiere y merece".
Maragall ha vuelto a insistir en que "hemos superado una prueba difícil" y ha reiterado que el ejecutivo catalán "hoy se siente unido para tirar adelante un proyecto que se está convirtiendo en crucial para el avance de las aspiraciones de nuestro país". "Reforzamos la confianza mutua entre las fuerzas del gobierno", ha dicho Maragall, quien ha expresado su "deseo" propio y del resto de consejeros de la Generalitat de "trabajar para aumentar el clima de ilusión, concordia y espíritu constructivo que Cataluña quiere y merece".