El político independentista, rodeado de la plana mayor de su partido, ha denunciado en la comparecencia la dinámica de los partidos y los políticos que "piensan más en las elecciones que en la paz". No ha habido autocrítica sobre su reunión con ETA, únicamente ha "lamentado que mi reunión haya podido afectar al gobierno de Cataluña" pero no "reniego ni renuncio ni pido perdón por mis convicciones". Tampoco ha evitado la ocasión para hacer suyas las palabras que el rey dijo al presidente del Palrmento catalán, Ernest Benach: "Hablando se entiende la gente".
Después de explicar que "nunca había recibido como en las ultimas veinticuatro horas tantos ataques de Madrid", ha agradecido el apoyo que le ha llegado "no solo de Cataluña sino del resto de países catalanes y del estado español". Como hiciera el día de las elecciones catalanas, en este sentido ha destacado el respaldo del lehendakari y de "todos los partidos del País Vasco, todos excepto el PP". Al "Visca Catalunya lliure" acostumbrado para cerrar sus discurso, le ha sumado un "no pasarán".