(Libertad Digital) En torno a las cinco y diez minutos de la tarde, 35 días después de la formación del Gobierno catalán, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, compareció ante los medios de comunicación para anunciar su decisión tras la crisis abierta por su consejero principal, Josep Lluis Carod Rovira. Nada parecido a lo que le exigió Zapatero.
Lo primero que ha hecho Maragal es "defender" a Carod porque "sin él no habría Gobierno". Pero Carod, según el presidente de la Generalitat, "ha cometido de buena fe un error muy grave comprometiendo al Gobierno". Según Maragall "las esperanzas abiertas por el Gobierno de izquierdas no se pueden romper. Estamos en un momento crucial". Añadió que "la derecha española es maestra en la manipulación de los medios" para referirse como ya han hecho otros líderes socialistas a la publicación de la noticia de los contactos de Carod con ETA en el diario ABC.
Maragall continuó su intervención diciendo: "Entiendo la indignación política y muy en especial la del secretario general del partido José Luis Rodríguez Zapatero". En este punto, anunció que ha solicitado excusas y explicaciones a Carod para dentro de dos días y que "el Gobierno no puede recuperar su crédito sin que se asuman responsabilidades". Después, dijo que aceptaba la dimisión del consejero jefe pero que no saldría del Gobierno, manteniendo su puesto como consejero sin competencias, "consejero sin cartera", dijo. Tras ello, asumió él la consejería principal hasta la próxima reunión del Gobierno catalán. En definitiva, retira un cargo no a una persona.
Una hora después, el propio Carod Rovira comparecía en una rueda de prensa repleta de descalificaciones hacia el PP y el PSOE y aprovechaba para anunciar que sería el número uno de ERC por Barcelona, es decir, que saldrá del Gobierno pero por una decisión personal, no por una medida de la Generalitat.
Zapatero pidió que Carod saliera del Goibierno catalán
Durante todo el día, los barones del PSOE arroparon la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero, tomada en la noche del lunes, de exigir a Maragall que aceptara la dimisión de Carod Rovira y le cesara como miembro del Gobierno de la Generalitat. Pero el PSC insistía en que no era necesario y el propio Maragall quedaba claramente enfrentado a su jefe. La tan esperada comparecencia del líder del PSC, sin embargo, no supone un acatamiento de las directrices marcadas por Zapatero. Carod sigue en el Gobierno.
Tras producirse la comparecencia de Maragall, José Bono, presidente de Castilla la Mancha, ha sido claro: "Estoy con mi partido y con mi secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el comunicado que ayer (lunes) hizo público desde la cruz hasta la raya y si alguien no comprende lo que digo, lean el comunicado que es suficientemente claro. Estoy con ese comunicado y con la necesidad de que en él se dice de que el conseller en cap no forme parte del Gobierno de Cataluña".
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno, Javier Arenas, consideró que decisión de mantener en la Generalitat de Cataluña Carod Rovira "certifica que la autoridad" de José Luis Rodríguez Zapatero "al frente del PSOE y de su proyecto en España es ninguna".
Arenas añadió que tanto Maragall como Rodríguez Zapatero están "tomándole el pelo a los españoles" y se están "riendo" de ellos y del funcionamiento de las instituciones. En definitiva, "lo que pedimos es que se acabe el pacto con Esquerra y, además, el señor Carod Rovira ha dicho públicamente que el presidente de su formación política tenía conocimiento exacto de toda la conversación con ETA, por lo que exigimos que se acabe el pacto con Esquerra y que ésta deje de condicionar toda la política porque eso acaba repercutiendo en la política nacional".