No importa cómo afronte Alemania una cita internacional, siempre será una de las favoritas a hacerse con el torneo. Para el Mundial de Brasil se postula como una de las firmes candidatas a llegar a la final.

Joachim Löw continúa ofreciendo un plantel competitivo y de calidad. Se mimetizan a la perfección jugadores con amplia experiencia y los jóvenes talentos que aún deben pulirse. Las lesiones son el único contratiempo para el seleccionador, que ha tenido que realizar algunos cambios respecto a su elección inicial.

En la portería, Manuel Neuer es el hombre de confianza de Löw. Sin embargo, en el tramo final de la temporada ha arrastrado una lesión que podría permitir que Roman Weidenfeller goce de algunos minutos.

Philipp Lahm ejercerá de capitán desde la defensa. Con Pep Guardiola en el Bayern ha tenido presencia en el centro del campo, pero no parece que el seleccionador alemán vaya a realizar ningún experimento con él. Jerome Boateng, Per Metesacker o Mats Hummels completan una línea defensiva destinada a encajar pocos goles.

A pesar de que se ha llevado gran parte de la temporada lesionado, Sami Khedira no se ha quedado fuera de los planes de Löw. Más aún cuando ha disputado la final de la Champions con el Real Madrid. Es una pieza insustituible y será titular, salvo contratiempo de última hora. Bastian Schweinsteiger ha finalizado la temporada entre algodones como consecuencia de sus dolencias. Perderle sería una baja considerable por su experiencia, solidez e importancia en la medular. No será porque Alemania no tenga alternativas de garantías para formar el centro del campo. Cada uno con su perfil y aportando sus mejores virtudes, Mario Gotze, Toni Kroos, Thomas Muller, Mesut Özil y Julian Draxler ayudarán a completar el once acorde para cada partido y rival.

En la delantera destaca Marco Reus como uno de los jugadores con más proyección en la selección alemana. Deberá aprender de las vivencias en el equipo nacional de Miroslav Klose o Lukas Podolski.

En definitiva, más allá del nombre, Alemania es una selección equilibrada, que ofrece un fútbol físico, ágil en las transiciones y compuesta por jugadores que cometerán pocos errores. Posee calidad en todas sus líneas y con capacidad para afrontar con garantías el Mundial a través de todas las fases hasta la final. Sin duda, la candidata perfecta.