Didier Deschamps se ha visto en el centro de la polémica con motivo de su lista de convocados. Cuando parecía que la selección francesa había encontrado el equilibrio, tras el bochornoso Mundial de Sudáfrica que protagonizó, las contrariedades vuelven a hacer acto de presencia.

Samir Nasri no ha entrado en los planes de Deschamps para Brasil y eso ha enfurecido a la novia del delantero del Manchester City. El seleccionador ha destacado que se trata de un jugador con gran calidad, algo que no es discutible. Pero con el equipo nacional no rinde al mismo nivel que con su club. No ha hecho méritos para ser titular y cuando no lo es, el jugador no se esfuerza por ganarse el puesto sino que se limita a mostrar su descontento. Didier no piensa en las individualidades sino en la importancia del grupo. Al elaborar la lista ha contado con jugadores que sepan asumir su rol. Es posible que todos no vayan a tener el mismo grado de relevancia pero jueguen o no, deberán mirar por los intereses de Francia y no por los propios.

Además, en la delantera se acumulan varios jugadores con capacidad para solucionar los encuentros con sus goles. Debe ser el Mundial de Benzema. Tras estar meses sin encontrar el gol, parece haber encontrado el equilibrio. En el Real Madrid se ha proclamado campeón de Copa del Rey y de la Champions. Aunque sus registros goleadores se han visto mermados, ha ganado en presencia, seguridad y se ha convertido en una pieza indispensable. Si no marca, no tiene problemas para fabricar jugadas o provisionar a quien le rodea de pases que finalicen entre los tres palos. Junto a él estarán Ribéry y Giroud, buenos complementos que desquiciarán a las defensas rivales. Hay que añadir una cara nueva. Antonie Griezmann, tras su excelente año en la Real Sociedad, se ha ganado el pasaporte a Brasil. Velocidad, desborde, potencia, precisión y goles son sus principales armas para marcar diferencias.

El centro del campo es otra de las líneas a destacar. Acumula jugadores experimentados, con visión de juego y solidez. Pogba está llamado a dar el salto que todos los franceses esperan de él. Su carácter le saca, en ocasiones, de los partidos pero si se centra Francia ganará mucho con su aportación. La brújula debe tenerla Cabaye. Si las lesiones se lo permiten tiene que ser el que marque los tiempos. En el Newcastle demostró que sin él, el equipo no tenía aspiraciones. Con la selección francesa debe suceder lo mismo. No solo tiene visión de juego y capacidad para elaborar, a balón parado es un buen rematador consiguiendo goles en disparos directos o bien en segunda jugada.

En defensa se mezcla la veteranía con la juventud. Evra, Sagna o Varane deberán cubrir las espaldas de Hugo Lloris para evitar encajar goles que les aparten del objetivo. En cuanto al resto de la convocatoria, también hay otras ausencias a destacar como Clichy o Abidal.

Francia ha sido encuadrada en un grupo asequible, en el que no debería tener problemas para clasificarse como líder para octavos. A pesar de las dudas generadas a lo largo de la fase de clasificación, parece que no tendrá un camino complicado para avanzar en Brasil.