Croacia está llamada a ser la selección que acompañe a Brasil en los octavos de final del Mundial, con el permiso de México y Camerún. Tres nombres componen la base sobre la que se sostiene el combinado croata: Luka Modric, Iván Rakitic y Mario Mandzukic. El centro del campo y la delantera queda cubierta con su talento, proyección, visión de juego y efectividad que quedará plasmada en los goles que seguro proporcionarán. Es necesario destacar el gran año del jugador sevillista, indispensable para el título europeo y principal referente en los esquemas de Unai Emery.

Entre los contratiempos de última hora para Niko Kovac destaca la lesión de Ivo Ilicevic que se perderá el Mundial debido a sus problemas musculares en el gemelo. Tampoco estará, por no haber entrado en la lista de treinta, el fichaje del Barça Alen Halilovic. El propio seleccionar deja claro que la esencia del equipo es el equilibrio. Ha sabido mezclar la experiencia de los veteranos con la frescura de los más jóvenes.