Portugal es una selección engañosa. Parece anclada en el pasado, pero si se atiende a los números de sus últimas participaciones en la Eurocopa se aprecia que en las cuatro últimas ediciones su peor resultado fue alcanzar los cuartos de final.

La llegada de Fernando Santos al banquillo luso debía servir para recuperar el ánimo. Aunque era difícil debía conseguir un once competitivo y que obtuviera resultados, aunque no fueran gracias a un marcador abultado. Ahora en Francia quieren poner fin a una generación liderada por Cristiano Ronaldo que desea despedirse con éxito.

Portugal está compuesta por dos vertientes. Por un lado, los veteranos que han sobrevivido a los últimos años como Pepe, Moutinho o Nani. Por otro, savia nueva que debe regenerar el plantel como André Gomes, Renato Sánchez, Willian o Danilo. Las principales dudas se centran en el papel del centro del campo. A partir de ahí debe construir el resto del equipo, con una defensa eficaz y un frente de ataque en el que Cristiano Ronaldo ejercerá de falso nueve.

La selección portuguesa no aparece dentro del exclusivo grupo de selecciones que se antojan como favoritas para ganar en Francia. Quitarse esa presión es un buen síntoma. De esta forma, se centran en lo deportivo y todo lo positivo que llegue les servirá para crecerse en el torneo. No han sido encuadrada en un grupo complejo, pero debe estar receloso de lo que puedan hacer las menos experimentadas. Portugal es un viejo coloso que necesita recuperar su estatus aunque su juego aún esté lejos de lo que el pragmatismo consigue.

Cristiano Ronaldo disputa su última Eurocopa y quiere despedirse con buen sabor de boca. Sería la mejor forma de cerrar un año irregular en el que Luis Suárez le ha arrebatado la Bota de Oro pero en el que ha vuelto a ganar la Champions. En el ocaso de su carrera quiere aprovechar su experiencia y su ambición para ayudar a Portugal a alcanzar un título continental.

Es la estrella indiscutible del equipo y aunque los goles se le puedan resistir su capacidad de mando y compromiso se contagian al resto del equipo. Las variantes tácticas de Fernando Santos han permitido que el rol de Cristiano cambie. Del 4-3-3 se ha pasado a un 4-4-2 en el que la búsqueda del segundo delantero ha sido una prioridad. Nani debe ser ese segundo implicado en la faceta goleadora, pero bajo el apoyo de Moutinho, André Gomes y Joao Mario principalmente.