Dos imposturas: Rubianes y Sorrocloco
Rubianes nos manda a la m…
"Que se vaya a la mierda la puta España". Estas fueron las palabras del actor Pepe Rubianes. Sabía dónde las pronunciaba: en un programa en horario infantil, en TV3. Público y presentador le rieron la gracia, que continuó añadiendo: "que se vayan a tomar por el culo estos españoles". Es más: "Ojalá les exploten los cojones (a los españoles) y vayan al cielo sus cojones". Rubianes se sentía en su salsa, desenfadado, distendido, y se sinceró con la audiencia. No se quedó ahí, luego la emprendió contra Mariano Rajoy y Josep Piqué. Y acto seguido, contra la COPE y Federico Jiménez Losantos, entre aplausos del público y sonrisas de Albert Om, que dirigía el programa. Toda una demostración de estética nacionalista que no mereció ni una mención por parte del órgano regulador dependiente de la Generalidad, el CAC, más preocupado por perseguir a la cadena COPE y aleccionar a los medios sobre el sesgo que deben imprimir a sus informaciones respecto del Estatuto de Cataluña.
El actor gallego también hizo méritos ante el nacionalismo catalán en e-noticies, donde dijo que "Cataluña está dando de comer a media Extremadura". Recuperó su vena artística y estética, diciendo que el PP está practicando una "estrategia de ahogo y derribo" y lanza un deseo: "Espero que se ahoguen en su propia mierda". Dijo del alcalde de Salamanca, Jesús Lanzarote, que "es un idiota" y "un intelectual al que hay que escuchar en el váter".
Gracias a sus insulto a España y los españoles, se había convertido en todo un héroe para el nacionalismo y para una parte no desdeñable de la progresía. Julia Otero le llamó a su programa para defenderle y sumarse asimismo al actor contra Jiménez Losantos, con una insinuación, un género periodístico para la locutora, que dijo: "Anduviste con pies de plomo por defender a Jiménez Losantos y ahora, veinte años más tarde, te amenazan de muerte. Qué eterna es España a veces". No explicó la relación entre ambos hechos.
La polémica concluyó con enero, pero volvería a aparecer. Sería el último día de agosto, cuando se supo que Alberto Ruiz Gallardón decidió ceder Maki Navaja el Teatro Español para su obra "Lorca somos todos". Su deseo de "que se vayan a tomar por culo estos españoles", expresado en TV3, no dejó indiferentes a los madrileños, muchos de los cuales protestaron porque se le premiara desde el Ayuntamiento de ese modo. A partir de ahí se produjo la suspensión de la cesión, por el escándalo público, y una sucesión de desmentidos. Primero se dijo que el Ayuntamiento había suspendido su oferta a Rubianes, lo que fue desmentido por el Consistorio y por el propio Teatro. Luego el actor reconoció que él retiró su obra, pero dijo que previamente había sido "censurado" por el Ayuntamiento. La institución, por boca de la concejala de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, que dijo que se ha sentido "amenazada" y que acabó acusando de todo a los medios de comunicación, por "haber estado azuzando el panorama". En principio, no se refería a TV3. Finalmente, Rubianes logró representar su obra, gracias a que Comisiones Obreras le cedió uno se sus teatros.
No sería la última polémica creada por el gallego, que se convirtió en un argumento electoral nacionalista en la Diada, utilizado por Montilla y por los independentistas. No obstante, poco después rectificaría parcialmente, diciendo que sus exabruptos fueron "un calentón de boca" provocado porque "era la época del Estatut". Eso sí, no perdería el gusto por la polémica, que volvió a crear al compararse nada menos que con el Papa.
La lotería de ser víctima de ETA
¿Qué le ocurre a uno cuando ETA mata a su familia? Que le toca la lotería. Eso es, al menos, lo que Carlos López Aguilar, hermano de Juan Fernando, ministro de Justicia, piensa de Francisco José Alcaraz.
Al final, seguía el dibujante, Alcaraz no es más que un "infame tarado", que preside la AVT, es decir, "la Asociación de Venganza Talibán". Con más de un millar de víctimas del terrorismo en la reciente historia de España, no se conoce el caso de una sola que se haya vengado contra los asesinos, pero ello no le impide a Sorrocloco, su pseudónimo en la página Los Genoveses, llamar así a la Asociación Víctimas del Terrorismo. Y precisa: "Pero a mí nadie me quita de la cabeza que a este tío le tocó la lotería cuando mataron a su hermano. Si se hubiera tenido que presentar a unas elecciones por el PP, a estas alturas nadie lo conocería". Él no solo le conoce, sino que “A mi me revuelve las tripas escuchar a ese tarado".
Su pseudónimo no logró ocultar su identidad, y la noticia de sus graves insultos contra las víctimas del terrorismo y contra José Alcaraz fue dada a conocer por Libertad Digital. Pero el hermano del ministro se escudó precisamente en el anonimato para justificar los insultos.
No le pareció suficiente argumento para justificarse, porque acudió poco después a alegar que él era como esas víctimas "intachables" del socialismo español, como por ejemplo el comisionista "Juan Guerra", otro hermanísimo. Finalmente tuvo que rectificar y reconocer que Guerra (Juan), "efectivamente, era un sinvergüenza".
Nada de ello le ha impedido seguir dibujando viñetas. Carlos López Aguilar las sigue publicando en Los Genoveses y en Canarias Ahora, una web sensacionalista dirigida por el antiguo jefe de Prensa del PSOE de Canarias, Carlos Ramón Sosa, condenado el pasado 25 de octubre por “un delito continuado de calumnias con publicidad” por el Tribunal de Primera Instancia número 5 de Las Palmas de Gran Canaria. La empresa editora está presidida por José Francisco Henríquez, alias Caco Henríquez, antiguo consejero socialista de Política Territorial, recientemente imputado por tráfico de influencias y cohecho en la llamada “trama eólica” de Canarias. Carlos López Aguilar también colabora en otro de los medios del mismo grupo de comunicación, el gratuito Metro Canarias. Desde el escándalo de sus insultos a las víctimas del terrorismo, Sorrocloco firma sus viñetas como “C.L.Aguilar”.
Desde luego que la AVT no se quedó parada ante los insultos de Sorrocloco, y presentó contra él una querella. En octubre el juez Pedraz le citó como imputado por un delito de enaltecimiento del terrorismo y menosprecio a las víctimas. Cuando declaró adujo en su defensa que insultar a la asociación de víctimas del terrorismo es "habitual en foros de izquierdas", lo que seguramente es cierto. Finalmente el juez archivó la querella contra el hermanísimo.
El miedo, el pasado y el dinero, por Cristina Losada
La lotería de Sorrocloco, por Cristina Losada