Pese a que desde Moncloa se quiere llenar de trascendencia el acto, medios como ABC apuntan que, en realidad, está reservado, al menos en el ámbito político, a líderes de segundo nivel o miembros de la oposición de países aliados. Así, antes que Zapatero han estado, por ejemplo, Antonio Hernández Mancha en su condición de líder de la extinta Alianza Popular. También acudió Tony Blair como invitado pero cuando ya había dejado de ser primer ministro. Incluso asistieron a la cita ministros de Franco.
El encuentro, en cualquier caso, resultará posiblemente muy incómodo a un Zapatero que se ha jactado siempre de su laicismo. Un periodista que asistió a uno de ellos, José María Carrascal, explica este sábado en el diario de Vocento que es una cita tan religiosa "como una ceremonia eucarística o una bendición papal".
El diputado Gustavo de Arístegui lleva asistiendo cinco años y, en declaraciones a LD, ha aportado más datos sobre este desayuno "de oración", que se celebra desde los años cincuenta. Su filosofía inicial fue la de encontrar un elemento que "uniese a demócratas y republicanos" para hablar de algo que no fuera política. Según ha dicho, hay distintos grupos de este tipo en varios países y de varias confesiones que se unen para orar.
En su opinión, "lo chocante" de todo esto es que un "laico militante" como Zapatero, "muy escéptico", participe en un acto de este tipo, con "cierto grado de espiritualidad" junto a Obama, que sí se declara creyente. "Aunque Zapatero diga que no se reza, sí se reza", ha recordado el diputado.
Arístegui destacó además que Zapatero rezará con el presidente estadounidense y varios miles de personas más. Según explicó, hay ocasiones en que se citan más de seis mil invitados sentados en más de quinientas mesas. Lo que sí ocurre siempre es que esté presidido por el presidente de Estados Unidos.
Precisamente el diario El País, el antaño amigo de Zapatero, se mofaba de este carácter multitudinario del evento para ridiculizar al ex presidente de Alianza Popular Antonio Hernández Mancha por su asistencia al acto. "No logrará la deseada entrevista personal con Ronald Reagan y tendrá que conformarse con asistir a un masivo Desayuno de Oración", decía el diario de Prisa en 1988.
El País también metía el dedo en la llaga recordando que "ya en época de Franco algunos de sus ministros, concretamente Federico Silva Muñoz, acudían a estos desayunos anuales, que se utilizaban para decir que habían estado con el presidente de Estados Unidos". Veinte años después, este extracto del artículo serviría para retratar el nuevo encuentro entre Zapatero y Obama.
Entretanto, Moncloa prepara ya la que será la próxima foto con Obama más allá del chocante escenario. Fuentes del Gobierno han explicado a El Mundo que Zapatero tomará la palabra y dará un discurso en el que, cómo no, habrá alusiones a la Alianza de Civilizaciones. La imagen, que promete, llegará en un momento en el que el Gobierno trata de salvarse del hundimiento que predicen las encuestas por su gestión de la crisis.