El apunte de Wyoming en blog en Público del pasado sábado no tiene desperdicio. Argumenta, para defender a Garzón, que los que las reticencias a la retirada de los símbolos de la dictadura "son una evidencia de la admiración que aquel dictador suscita entre muchos de nuestros mandatarios" y punto.
Pero ahí no acaba la cosa. Uno de los admiradores de Franco es "el líder espiritual de la derecha española, José María Aznar". ¿En que se basa el humorista para hacer semejante afirmación? Pues nada más y nada menos en que Aznar "pasaba parte de sus vacaciones en Quintanilla de Onésimo" que, según Wyoming "debe el nombre a Onésimo Redondo, conocido militante fascista que predicaba en sus escritos el antisemitismo, la abolición de la democracia por burguesa y decadente y la violencia como estrategia para tomar el poder".
Y claro, no cabe la menor duda de que Aznar eligió este lugar para homenajear al falangista, no porque sea un pueblo de Valladolid, de donde es oriundo el ex presidente. Según el razonamiento del presentador de El Intermedio, lo sospechoso es que Aznar no eligiera El Ferrol, lugar de nacimiento del dictador.
Da a entener Wyoming que Aznar se deleita veraneando en este pueblo porque el tal Onésimo "fundó la llamada “patrulla del amanecer” que se jactaba de fusilar a 40 personas diarias. El yugo y las flechas fueron una aportación suya". "Al ex presidente demócrata de centro del PP no debían molestarle, desde luego no mandó retirar esos símbolos de su entorno. Por respeto a las tradiciones, supongo".
Y no duda en acusar a Aznar, el PP, jueces y todo el que ose juzgar a Garzón de "valedores de la dictadura" que "sienten la obligación de defender el honor de aquellos criminales".