En rueda de prensa, el alcalde destacó "rotundamente" que Vic no es xenófoba sino pionera en modelo de integración y que lo seguirá siendo, pero reclamó "un orden legal". Pidió al Estado que cumpla y que haga cumplir la Ley de Extranjería, también en favor de la inmigración, y que ayude económicamente y de forma directa a los ayuntamientos para atender las necesidades de los inmigrantes en situación irregular.
La conclusión que extrajo de la controversia generada es que a la sociedad le interesa hablar de inmigración y pidió un debate más tranquilo sobre la cuestión.