El pirata “Abdu Willy” volverá a ingresar en prisión tras ser el protagonista de uno de los mayores líos judiciales de los últimos meses. Veintitrés días después de que el juez Baltasar Garzón ordenase encarcelarlo por primera vez, y tras la práctica de siete pruebas médicas para determinar su edad y un farragoso recorrido por cuatro de los juzgados de la Audiencia Nacional, este miércoles el juez Santiago Pedraz ha vuelto a ordenar su internamiento en la cárcel madrileña de Alcalá-Meco.
De esta forma, el joven somalí "Abdu Willy", detenido el pasado día 5 en aguas del océano Índico por participar en el secuestro del pesquero español "Alakrana", volverá a ingresar en prisión después de que el pleno de la Sala de lo Penal de este tribunal estableciese finalmente que es mayor de edad.
Pedraz, quien puso en libertad al supuesto criminal, ha adoptado esta decisión a instancias del fiscal Jesús Alonso, tras celebrar una vistilla de las previstas en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim). El juez mantiene la acusación inicial que hizo su colega Garzón y considera al somalí autor de un delito de asociación ilícita, de 36 de detención ilegal y uno de robo con violencia y uso de armas.
Un último obstáculo
Sin embargo, la comparecencia de "Abdu Willy", una vez más, ha venido acompañada de un contratiempo. El pirata estaba citado a las once y media de la mañana para personarse ante el titular del juzgado Número 1 de Instrucción. Y así lo hizo. Vestido con ropa deportiva, semblante serio y sin esposas en sus muñecas, “Abdu Willy” llegaba al despacho de Pedraz de donde cinco minutos más tarde saldría. El motivo era que la Audiencia había contado con la ayuda de un traductor árabe para que lo asistiese en su comparecencia pero el pirata dijo no saber árabe y, por ende, no entender al intérprete.
Por ello, el tribunal tuvo que llamar a otro traductor, en concreto, al que ya lo ha asistido en otras ocasiones. El resultado: un retraso de la vista de dos horas y media. No obstante, el final ha sido el esperado. Esta vez sí, Pedraz ha ordenado que el joven vuelva a ingresar en el módulo de jóvenes de la prisión de Alcalá- Meco (Madrid).
El instructor ha tomado esta decisión después de que el pasado lunes el pleno de la Sala de lo Penal lo declarase competente para investigar la participación del supuesto pirata en el secuestro del Alakrana después de haber recibido los resultados de una última y séptima prueba radiológica practicada al joven y que establecía que su edad mínima oscila entre los 19,7 y 21,2 años.
Por el juez de menores de la Audiencia Nacional se inhibió a favor de Pedraz para que este decretase la misma medida que hace tres semanas dicto Garzón. Eso sí, guirigay mediante.