El ministro de Emergencias ruso, Sergei Shoigu, proporcionó el balance en una videoconferencia transmitida por el canal de noticias Vesti-24. El ministro preside un gabinete de crisis para coordinar las tareas de rescate y tratar de esclarecer las causas del siniestro, que podría tener su origen en un atentado.
Tres de los 12 vagones que componen el tren Nevski Express, que puede llegar a alcanzar velocidades de hasta 200 kilómetros por hora, descarrilaron a las 9.30 horas (19.30, hora peninsular española) cerca de la localidad de Bologoye, a unos 350 kilómetros de Moscú. El transporte viajaba con 661 pasajeros y 21 tripulantes a bordo.
Uno de estos pasajeros relató que oyó "un ruido" antes del descarrilamiento y varios de los testigos confirmaron la formación de un cráter en la zona, lo que ha hecho temer desde un principio la posibilidad de un atentado.
Posteriormente, una fuente de las fuerzas de seguridad citada por la agencia RIA Novosti confirmó que se registró una explosión bajo el noveno vagón antes de la salida de las vías.