L D (EFE) Camps y Valcárcel compartieron este diagnóstico al término de la reunión que mantuvieron durante cerca de una hora en San Vicente del Raspeig (Alicante), donde analizaron la situación creada tras la intención del nuevo Gobierno socialista de parar el proyecto del trasvase a las cuencas deficitarias, en ambas comunidades autónomas.
En una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, ambos presidentes recordaron que han enviado en las últimas horas sendas cartas a Rodríguez Zapatero para exigir reuniones urgentes para analizar la situación hídrica y para que les "escuche" antes de tomar una decisión definitiva.
En una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, ambos presidentes recordaron que han enviado en las últimas horas sendas cartas a Rodríguez Zapatero para exigir reuniones urgentes para analizar la situación hídrica y para que les "escuche" antes de tomar una decisión definitiva.
Camps subrayó que, además del trasvase del Ebro, que calificó como "el gran sentido del PHN", el Plan contempla otros proyectos "muy ambiciosos con inversiones multimillonarias" tanto en Cataluña, donde dijo que se duplicó el dinero inicialmente previsto, como en Aragón, y añadió que estas inversiones siguen siendo respaldadas desde Valencia y Murcia. Sin embargo, agregó que tanto él como Valcárcel no entenderían "que se parase el trasvase del Ebro mediante un decretazo" y que, al mismo tiempo, se siguiera adelante con las inversiones previstas en Cataluña y Aragón.
"Fraude político"
El presidente valenciano dijo que sería un "fraude político" que perjudicaría al Levante, al paralizar una infraestructura "de la que no hay alternativa" y que resulta "fundamental" y que, además, fue aprobada tras una "amplia reflexión". Agregó que la Comunidad Valenciana no renunciará a "un solo hectómetro cúbico" de los previstos en el trasvase del Ebro diseñado por el PP porque se trata de un proyecto "que respeta el Delta y aprovecha el agua que va al mar.
Por su parte, Ramón Luis Valcárcel subrayó que el PSOE ha decidido paralizar el trasvase del Ebro pero después "no aporta alternativas" y sólo arroja "inconcreción, ambigüedad y ausencia de un proyecto definido" para paliar la falta de agua. Lamentó que Rodríguez Zapatero haga planteamientos de "diálogo abierto y sincero" y, a la vez, haya anunciado el decreto para derogar el trasvase sin diálogo previo con los gobiernos de las cuencas perjudicadas. El presidente valenciano dijo que sería un "fraude político" que perjudicaría al Levante, al paralizar una infraestructura "de la que no hay alternativa" y que resulta "fundamental" y que, además, fue aprobada tras una "amplia reflexión". Agregó que la Comunidad Valenciana no renunciará a "un solo hectómetro cúbico" de los previstos en el trasvase del Ebro diseñado por el PP porque se trata de un proyecto "que respeta el Delta y aprovecha el agua que va al mar.
Señaló que la salida que se apunta desde el PSOE de construcción de plantas desaladoras "no es la solución definitiva" a la falta de agua en el sureste debido a que estas instalaciones tienen un promedio de vida de útil que no va más allá de 15 años. También comentó que el agua desalada cuesta 4 veces más (0,66 euros el metro cúbico), aumenta el denominado "efecto invernadero" por las emisiones de CO2, con lo que aleja el cumplimiento del protocolo de Kioto, y también causa un importante deterioro de las costas por los vertidos de salmuera.