L D (Europa Press) En este sentido, el consejero de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda José Ramón García Antón rechazó "la política del derogar por derogar, como ya ocurrió con el trasvase del Ebro", según informó la Generalidad en un comunicado.
Así lo manifestó el consejero, en relación a la manifestación que se celebró el sábado en Talavera de la Reina (Toledo), durante la que se rechazó la continuidad del trasvase del Tajo al Segura. Al respecto, reconoció que Castilla-La Mancha "es la cuenca cedente, y por eso, lo primero es cubrir sus necesidades", pero consideró que después "lo que sobra puede ayudar a la cuenca del Segura".
Del mismo modo, García Antón se opuso "a cualquier tipo de caducidad del Tajo-Segura" y aseguró que desde la Generalidad "se defenderá su mantenimiento", ya que según indicó "es la garantía de abastecimiento para 2,5 millones de habitantes durante estos años". Además recordó que la medida "ha funcionado durante más de 25 años y no ha ocurrido nada", por lo que insistió en su "apoyo absoluto".
"Lo que desde luego no vamos a permitir desde la Comunidad es que el Gobierno central quiera imponernos la desalación masiva con el fin de que tengamos más recursos hídricos para sustituir el Tajo-Segura", precisó el consejero de Medio Ambiente, quien señaló como ejemplo "lo que se hará con la puesta en marcha de la desaladora de Torrevieja"
En este sentido, aseguró que estará "muy alerta" ante la actuación del Ministerio de Medio Ambiente, que según indicó "para que vuelve a estar dominado por la ideas que, durante los últimos cinco años, han marcado la política hídrica más nefasta que se ha llevado a cabo en España, y también las más perjudicial para la Comunitat", criticó.
"Vuelven aparecer detrás de estas manifestaciones los grupos que apoyaron la derogación del trasvase del Ebro y que propiciaron el cambio de toma del trasvase Júcar-Vinalopó", advirtió el consejero, quien además recordó que estos sectores "están de acuerdo con que la Comunidad sólo tenga agua desalada, con un alto coste y consumo de energía, y con un precio que la agricultura no puedo pagar".
Por tanto, Ramón García Antón instó al Gobierno central a "ser valiente y capaz de quitarse del Ministerio a esos grupos", para pasar a sentarse "con las distintas autonomías y los verdaderos usuarios del agua". "Sólo de ese modo se podrá poner en marcha una política hídrica basada en la solidaridad y no en los sectarismos y radicalismos ", concluyó el consejero.