Su oposición a la Ley del Aborto le llevó a entrar en conflicto, incluso, con la dirección nacional de su partido. Sin embargo, el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, defiende su posición, y tacha la norma de "bodrio para un ministerio bodrio".
En una entrevista de Elena Marín en La Gaceta, el barón popular asegura que respetará lo que dicte el Tribunal Constitucional, que delibera sobre el recurso interpuesto por el PP, y justifica su rechazo en que "hablamos de seres humanos, aunque sean otra cosa para Aído", ministra de Igualdad.
"Si se demuestra que hay un mínimo de inconstitucionalidad no habrá vuelta atrás, habrá sido una medida irreversible para quienes lo hayan llevado a cabo. Esto no es como perder una tierra que luego te pueden devolver. No era incompatible una decisión política con una cuestión de conciencia y nadie me va a coartar en mi libertad", argumenta, para acto y seguido insistir en que "yo nunca podré estar de acuerdo con que una chica de 16 años practique el aborto no con el consentimiento sino con el conocimiento de sus padres".
Valcárcel zanja: "no es cuestión de ser cristiano o ser del PP, es cuestión de sentido común".
Preguntado por el papel en sí del TC, dice el presidente murciano que "nunca" ha pensado que tome decisiones para "generar dificultades". Ahora bien, "todos sabemos que De la Vega ha exigido a la presidenta del Constitucional que tome decisiones cuanto antes. A Montesquieu ya lo mató Alfonso Guerra una vez y ahora lo hace De la Vega", enfatizó.
En otro orden de cosas, asegura de su homólogo Francisco Camps que "es un hombre honrado y honesto", aunque deja claro que él no ha puesto en marcha la campaña electoral. "Ahora mismo hay problemas muy serio que atender. Algunos compañeros han tenido el acierto de iniciar una campaña, pero yo no tengo aún motivo, es hora de buscar soluciones a los problemas que ha creado Zapatero", concluye.