El alcalde visitó el barrio de El Raval con la concejal de Distrito para presentar un proyecto de cesión temporal de solares privados para uso público, según informa La Vanguardia. Tras la rueda de prensa, una vecina se le acercó para plantearle algunos de los problemas del barrio.
La mujer le echó en cara el ruido nocturno y que los contenedores estuviera rotos. Vaticinó que hechos como esos le pasarían factura en las elecciones y le advirtió que si los problemas persistían tendría que abofetearlo. Eso fue, precisamente, lo que hizo a continuación para sorpresa del alcalde.
Tras el cachete Hereu reaccionó pidiéndole dos besos, con lo que la escena concluyó con un abrazo.