LD (Europa Press) Agentes de la Policía Municipal de Madrid descubrieron el pasado 15 de octubre un piso en el barrio de Carabanchel, en el que supuestamente se realizaban abortos ilegales, al que acudieron para contener una agresión entre una mujer y la amante de su marido.
La intervención policial se inició por la tarde, tras recibir la llamada del portero del número 153 de la madrileña calle General Ricardos alertando de una fuerte discusión en el piso 2º E, desde el que sus inquilinos estaban arrojando diversos objetos, entre ellos material quirúrgico. Inmediatamente, al lugar de los hechos se personaron varios agentes de la Policía Municipal, que intentaron acceder al domicilio pero no pudieron porque estaba cerrado.
En su interior había una mujer de nacionalidad china que les comentaba que otra mujer, Zhong G. estaba encerrada en el cuarto de baño. Los agentes intentaron calmarla y le conminaron a que abriera la puerta, pero les fue imposible, por lo que llamaron a los Bomberos. En ese momento llegó un hombre de la misma nacionalidad, a la postre marido de una de las mujeres encerradas y amante de la otra, que abrió el domicilio, y también el portero de la finca con los instrumentos médicos que las mujeres habían arrojado al patio interior.
Los policías encontraron la vivienda destrozada, con muchos objetos tirados por el suelo, entre ellos abundante material quirúrgico, entre pinzas, instrumentos médicos, fondoscopios, tijeras y un cubo de presión. Además, la casa desprendía un fortísimo olor a vinagre, un líquido utilizado en abortos autoinducidos ilegales con el fin de destruir el embrión o simplemente dilatar el cuello uterino.