LD (EFE) Una niña neozelandesa de tres años compró involuntariamente una excavadora de 12.000 dólares (8.500 euros) por internet. Pia Quinlan pujó, sin ser consciente, en una subasta en la red mientras jugaba con el ordenador familiar cuando pinchó en una web que entonces estaba abierta en la pantalla.
A esa página había accedido antes su madre para comprar varios juguetes infantiles. Cuando pulsó el botón del ratón, la pequeña dio su visto bueno a adquirir con la tarjeta de crédito de su madre la excavadora, el producto que entonces estaba seleccionado.
En cuanto la madre consultó de nuevo el ordenador, se dio cuenta de lo ocurrido y llamó a la compañía de subastas, que accedió a devolverle su dinero.