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Una 'muchedumbre' de 120 personas protesta por el cierre de TV3 en Valencia

Movilizados por las redes sociales y con los partidos políticos a favor, sólo algo más de un centenar de personas ha protestado.

Comunita dijo el día 22 de Febrero de 2011 a las 13:58:

Pués a esos 120 que les dén. Que les dén, una vuelta por el mundo, eso sí, pagado por el omnium (embajada trás embajada), a ver si se espabilan. Bobos y con "barretina", cada vez quedan menos. A no ser que esten "subvencionados", que esa, ya es otra historia. Y para llorar, que les dedique una cancion el "raimon" (El pelma del Universitario). ¡VALE YA!

Kittyhaw dijo el día 22 de Febrero de 2011 a las 13:37:

En esta república bananera llamada España puedes ver una cadena emitida desde 5000 km de distancia, pero no se puede ver una emitida desde comunidades autónomas vecinas. A esto le llamo yo un pais moderno, si señor

gnu dijo el día 22 de Febrero de 2011 a las 13:37:

Muchos de esos 120 frecuentan foros de televisión de ultra-izquierda, y exigen que TV3 se vea en Valencia porque, para ellos, Valencia es Cataluña.

ANS dijo el día 22 de Febrero de 2011 a las 13:16:

TV3 sectaria, fascista y separatista.

Que pretenden estos NAZIonalistas, con barretina vertical, en una tierra tan española como VALENCIA?.

ANS dijo el día 22 de Febrero de 2011 a las 13:13:

Siempre he pensado que, quien tiene en sus manos la educación de un pueblo, tiene su futuro.
Como vivo en Cataluña, ha llegado a mi conocimiento ésta simpática historia. Como creo que se puede extrapolar al País Vasco y a cuantas "naciones" nuevas pretendamos inventarnos, os la cuento:

TORTILLA TIBETANO-CATALANA SIN HUEVOS

En épocas de imperios, invasiones, guerras y batallas se sospecha –por los terrenos supuestamente cedidos- que Cataluña se cagó por la patilla. Desconocemos si disponían de menos bayonetas o simplemente si su capitán de batallón era vago, torpe, miedoso o incapaz de generar recursos bélicos, tan necesarios en esos tiempos.
También convendría saber en que años Cataluña fue nación –y no lo que ahora dice el estatuto- ya que entre esta etapa de pertenencia desde siglos a España y su pasado introducido como una más en la Corona de Aragón me hacen dudar de la existencia de la supuesta nación catalana.
Hoy tres apuestos libertarios –todos ellos catalanes- con relaciones de cobro directas o semidirectas con el estado español (Embajada, Instituto Cervantes…) han participado en un concurso callejero en Sanlitun –barrio moderno y occidentalizado de Pekín- con el fin inicial de cocinar la mejor tortilla española.
Dos decenas de curiosos de diversas nacionalidades ávidos por engullir nuestro preciado manjar y los tres tortilleros que aprovechaban su fama por un día y su micrófono con altavoz para intimidar a los presentes con historias para no dormir. Atónitos quedaron, ya que en vez de aprender a cocinar la tortilla española les informaron sartén en mano de que “Cataluña es un pueblo oprimido”, de que son “una nación” y de que “España es fascista”. Curiosa actitud la de estos jovenzuelos que deciden sabotear un concurso de tortillas para engrandecer y esparcir la mierda que generan ciertos personajes en su pueblo, que no nación.
Espero que algún día no sólo se encarcele al que viola sexualmente a menores y que a los profesores que en su día penetraron cerebralmente a todos estos acomplejados de hoy en día se les juzgue y condene. No me cabe la menor duda de que el dardo en la palabra taladrando el cerebro de mentes infantes es tan horrendo como la mano ansiosa que soba la entrepierna del mismo menor. ¡Cuántos ‘Duques de Feria’ de la falsa historia hay en las escuelas monolingüistas catalanas!
Casualmente y el mismo día los diarios nacionales escupen una noticia de traca. De chiste. Resulta que la Generalitat catalana paga a un investigador –catalán, por supuesto- para que confirme con diversas pruebas de adn que Cristóbal Colón, insigne descubridor, era catalán. Pues tras meses de intentos y mucho dinero invertido (¿qué pensarán los enfermos de cáncer de Manresa sin vacuna?) los resultados no casan como quisieran los energúmenos de la Plaza de Sant Jaume y antes de admitir el bochornoso fracaso anuncian a bombo y platillo unas nuevas pruebas “novedosas que esta vez si confirmarán que Colón realmente era Colom”. Yo propongo a los elegidos que si algún día se llega con claridad meridiana a esa conclusión se anule que España descubrió América y que todos los libros de historia y enciclopedias corrijan a la mayor celeridad –bajo amenaza de multa- tamaño error para que se reedite la realidad suprema: Los Països Catalans fueron los primeros en llegar a América, si us plau.
Mientras los tortilleros sin huevos seguían manipulando a los transeúntes sorprendidos de tanto coñazo.
-¡Queremos tortilla!, rogaban.
Eso si, un holandés mezclado entre el hambriento público deseoso de probar la tortilla española comentó en voz alta a los progres subvencionados por el estado.
-Amigos. Y ya que estáis aquí y defendéis la libertad de los pueblos por qué no rompéis una lanza a favor del Tibet. Que aparte de que os pillan más cerca, esos ni son chinos ni nada. Y además sufren en sus carnes la ira del gobierno local.
Los tres tortilleros callaron a la vez. En China defender la libertad del pueblo tibetano conlleva cárcel si eres local o expulsión del país si eres extranjero. Ninguno contestó y yo pensé que al haber echado todos los huevos en las satenes ya no les quedaban más para defender tan digna causa.
Lástima de aquellos profesores sodomizadores que sólo enseñaron patriotismo catalán. Lástima de la no existencia de la asignatura de valor.