La alcaldesa socialista, Judit Alberich, intentó evitar la detención de un imán imputado por amenazar, coaccionar y calumniar a una mujer musulmana que no llevaba velo y además se relacionaba con españoles y trabajaba como mediadora cultural en el municipio, según informa El País.
Judit Alberich dijo al juez que "el inspector de policía pretendía detenerle pero lo evité a efectos de no crear un conflicto social. Intenté pacificar el tema". La alcaldesa llegó a pedir a la mujer agredida, Fatima Ghailan que retirara la denuncia.
SOS Racismo y CCOO han criticado que se intente silenciar este tipo de conflictos. "Retirar y silenciar este tipo de denuncias en aras de una paz social sólo perpetúa una situación que puede generar conflictos abiertos".