La polémica sigue instalada en la iglesia vasca, ahora concretamente en San Sebastián. El franciscano José Arregui, uno de los líderes de la revuelta contra el obispo Munilla tras su nombramiento decidió secularizarse y dejar la orden franciscana al no aceptar el cambio de rumbo emprendido por el Vaticano.
Tras despotricar contra el Vaticano se dedicará a la docencia. Sin embargo, al ahora ex franciscano le están surgiendo apoyos por parte de los sectores más nacionalistas y progresistas. De hecho, según cuenta Europa Press, catorce sacerdotes han emitido un comunicado de apoyo a un teólogo contestatario que ha sido exponente de la teología de la liberación.
De este modo, pese a las graves acusaciones que vertió contra el obispo, afirman que el caso Arregui "ha provocado hondo dolor, preocupación y consternación entre muchos fieles y ciudadanos". Además, estos religiosos consideran que "el procedimiento seguido por los responsables de varias instituciones eclesiales no ha sido ni justo ni aceptable, no desde el punto de vista evangélico ni desde el meramente humano".
Por ello, opinan que "es preciso una mayor consideración a la libertad necesaria para la investigación y la formulación teológica". Finalmente, han manifestado que tienen "muy presente el sufrimiento del teólogo Joxe Arregi en esta situación dolorosa y lamentable provocada por este caso".
Sin embargo, lo más llamativo de este manifiesto es el nombre de los firmantes. Estos son:Patxi Aizpitarte, Félix Azurmendi, Ibon Alberdi, José Luis Aperribai, Jesus Maria Arrieta, Javier Basurko, Jose Ignacio Eguzkitza, Ion Etxezarreta, Jose Antonio Larrañaga, Juan Luis Murua, José Ramón Trebiño, Iñaki Usabiaga, Iñaki Zabaleta y José Mari Zunzunegi.
Entre ellos destacan los dos primeros. Tanto Aizpitarte como Azurmendi eran los vicarios generales de la Diócesis de San Sebastián cuando estaba dirigida por Juan María Uriarte. En cuanto Munilla fue nombrado nuevo prelado se produjo una dimisión masiva en la curia del obispado.
Los dos principales dimisionarios fueron estos dos sacerdotes que intentaron, sin mucho éxito, no relacionar su marcha con la llegada de este nuevo obispo. Igualmente, el escrito ha sido firmado por el que fuera también con Uriarte secretario del Consejo Presbiteriano, Iñaki Zabaleta y que fue uno de los que intervino en la eucaristía de despedida del ya prelado emérito.
Pero un nombre resalta por encima del resto, el de José Ramón Treviño. Este sacerdote era arcipreste de Irún cuando fue condenado a tres años de prisión por colaborar con ETA. Este religioso dio cobijo a dos terroristas que acababan de cometer tres asesinatos en Cantabria. Nunca pidió perdón públicamente y tras cumplir condena se incorporó como delegado de Cáritas en San Sebastián. El obispo Setién apoyó a Treviño.
Por ello, destaca que sea firmante de una nota que diga que tiene "presente el sufrimiento" del teólogo cuando no ha sufrido tanto con las miles de víctimas del terrorismo.