A pesar de los esfuerzos de Fernando Fernández, director del Museo , Jacinto Pereira Espada, por entonces profesor de Instituto en Gerena, se negó a entregarlas aduciendo que esas piezas iban a formar parte de un futuro museo propio en Gerena . De eso hace más de 20 años y las lápidas siguen estando, al parecer, en poder del alcalde socialista de Gerena sin que se haya construido Museo local alguno. Al menos, Fernando Fernández no ha tenido duda alguna en señalar al alcalde como presunto posesor de las lápidas.
Según la versión aceptada por el Partido Independientes por Gerena, el alcalde de Gerena, tiene en su poder estas dos lápidas de mármol halladas en Gerena, una de 30 cm de anchura por 26 cm del altura y la otra de 31 cm de altura por unos 15 cm de ancho.
Se trata de lapidas cristianas datadas entre los siglos VII y VIII. La primera copia versos del epitafio de Chindasvinto y estaba en posesión del cura-párroco de Gerena, José Salguero Roldan, al objeto de sellar la cripta de la Iglesia en sustitución de la original que se había fracturado al abrir la cripta. Cuando Jacinto Pereira Espada tuvo conocimiento de que la pieza se encontraba en la Iglesia, se la pidió al párroco, con el pretexto de llevarla al Museo Arqueológico de Sevilla, para su estudio y valoración, sin que hasta la fecha de hoy haya sido devuelta a la parroquia.
De la otra lápida, el dato más interesante es la fecha de su inscripción, que corresponde al siglo VII concretamente al año 662 D. C. (Era 700). Estaba en poder de Juan Fernández Mayo, vecino de Gerena, quien asimismo, se la entregó a Jacinto Pereira Espada, que se la pidió con el mismo objeto que la anterior y que tampoco ha sido devuelta hasta el día de hoy.
Igualmente, según ha podido saber Libertad Digital, algunas piezas encontradas en la propia Iglesia de Gerena no se encuentran ya en la Iglesia sino que están en otros lugares. No se olvide que según publicamos este martes, el yerno de Jacinto Pereira, Lucas Amores, que es quien maneja las máquinas en los movimientos de tierras del pueblo, justificó haber entregado a su suegro, el alcalde, las piezas arqueológicas encontradas en las tumbas romanas y musulmanas porque "es un hombre al que le gusta mucho todo eso". Centenares de tumbas fueron sepultadas por decisión de la alcaldía para favorecer la construcción de una Urbanización en cuya edificación intervenían sus dos yernos, socios del consejero delegado de la Urbanizadora.
15 años después de ser encontradas, Jacinto Pereira Espada, profesor de Latín y Griego, y José A. Correa, que según todas las fuentes consultadas fue quien verdaderamente hizo el trabajo, escribieron un artículo proponiendo una traducción de las mismas. Al parecer, las lápidas o tablas fueron encontradas por personas y en ocasiones distintas. Las inscripciones están relacionadas entre sí fundamentalmente por el lugar del hallazgo (en la. prolongación de la calle de Rafael Acuña en la citada localidad), por el material (mármol) en que están grabadas y por algunas características epigráficas (letra capital rústica de 2 cm. de altura, con un tipo peculiar de A, interpunción doble vertical colocada arbitrariamente).
Se trata de una adaptación parcial del epitafio de Chindasvinto, rey visigodo, escrito por Eugenio de Toledo (Mon. Germ. Hist. XIV 250s), lo que facilitó en buena medida la interpretación. El referido epitafio sólo se conserva en el ms: M (Matritensis bibl. nato 10029) y en los Fragmenta Legionensia (León, Archivo Capitular), ambos del siglo X, por lo que, en principio, esta inscripción está seguramente más cerca del original e incluso aporta una corrección, según tal artículo.
Respecto a la datación el término post quem es el año 652, en que muere Chindasvinto. Como hay que suponer un cierto espacio de tiempo para la difusión del modelo, puede situarse la inscripción en el siglo VIll o después. Estas son dos imágenes impresas en un Colegio de Gerena de las Tablas y sus inscripciones:
Según fuentes documentadas, es vox populi entre la Policía Local de Gerena que el alcalde tiene en su casa de Gerena una pila de valor, un monolito y varios restos procedentes de los primeros movimientos de tierras en la urbanización Jardines de Gerena. Como además, el alcalde Pereira tiene otras dos casas, una en El Pedroso (Sevilla) y otra en Isla Cristina (Huelva) no se descartan otras hipótesis.