Según ha informado la Subdelegación del Gobierno, el supuesto autor había denunciado el uso fraudulento de su tarjeta de crédito en un establecimiento de las proximidades de Burgos capital por un valor de 6.841 euros.
El detenido reclamó a la entidad bancaria la cantidad gastada porque la tarjeta, según él, había sido robada o extraviada, pero posteriormente se ha podido saber que fue el propio denunciante el que se había gastado el dinero en un club de alterne.
Hace unos días se denunció un caso similar ocurrido en otro club de alterne, donde un hombre aseguró que le habían robado dos tarjetas de crédito, por lo que fue detenida una mujer de 28 años que había intentado sacar en 24 ocasiones dinero de cajeros, aunque no lo había conseguido porque no conocía el número secreto.
No obstante, la misma mujer consiguió 300 euros gracias a que conocía el número secreto de otra tarjeta que, según dijo a la Guardia Civil, le había dado un cliente.
Las investigaciones posteriores permitieron saber que parte de lo denunciado como gastado fraudulentamente con las tarjetas de crédito, 1.925 euros, los había pagado voluntariamente el dueño de la tarjeta en diversas operaciones hechas en el propio club.